Comentario al capítulo 2
Los estadounidenses cada vez son más fuertes. Hace veinte años
hacían falta dos personas para transportar alimentos por valor de diez
dólares. Hoy en día basta con un crío de cinco años.
Henny Youngman
¿Inflación? ¿A quién le importa la inflación?
Después de todo, el crecimiento anual del coste de los bienes y
servicios registró un promedio de menos del 2,2% entre 1997 y 2002, Y los
economistas creen que hasta ese tipo mínimo puede estar sobrevalorado.1
(Piense, por ejemplo, en cómo se han desplomado los precios de los
ordenadores y la electrónica de consumo, y cómo ha mejorado la calidad de
muchos productos, lo que significa que los consumidores están obteniendo
un mejor valor por su dinero). En los últimos años es probable que el
verdadero tipo de inflación en Estados Unidos haya rondado el 1% anual,
un incremento tan infinitesimal que muchos expertos han proclamado que
la «inflación ha muerto».2
La ilusión del dinero
Existe otro motivo por el que los inversores pasan por alto la
importancia de la inflación: lo que los psicólogos denominan la «ilusión del
dinero». Si consigue un incremento salarial del 2% un año en el que la
inflación llega al 4%, es prácticamente seguro que se sentirá mejor que si
sufriese un recorte salarial del 2% durante un año en el cual la inflación
fuera igual a cero. Sin embargo, las dos modificaciones salariales le
dejarían prácticamente en la misma situación: un 2% peor después de la
inflación. Mientras la variación nominal (o absoluta) sea positiva, lo
consideramos positivo, aunque el resultado real (o después de la inflación)
1
La U.S. Bureau of Labor Statistics, que calcula el Índice de Precios al Consumo que sirve para medir la inflación,
mantiene un sitio web útil y completo en WWW.bls.gov/cpilhome.htm.
2
S1 se desea leer una interesante exposición del escenario de «la inflación ha muerto», véase
www.pbs.org/newshour/bb/economy/july-dec97 /inflation_12-16.htrnl. En 1996, la Comisión Boskin, un grupo de
economistas al que el gobierno solicitó que investigase si la tasa de inflación oficial era exacta, estimó que se había
sobrevalorado, fcuentemente por casi dos puntos porcentuales al año. Para leer el informe de la Comisión, véase
www.ssa.gov/history/reports/boskinrpt.htrnl. Muchos expertos de inversión tienen en la actualidad la impresión de
que la deflación, o la reducción de precios, es una amenaza aún mayor que la inflación; la mejor forma de protegerse
frente a ese riesgo consiste en incluir obligaciones como elemento permanente de su cartera. (Véase el comentario al
capítulo 4).
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