inversiones inteligentes 1 | Page 57

COMENTARIO AL CAPÍTULO 1 dejado sin palabras al propio Wilde. Una mera opinión torpemente expresada sobre el precio que tal vez pudiera llegar a alcanzar una acción podía ser la causa de que esa acción llegase a duplicar su cotización, sin que nadie se hubiese molestado en examinar, aunque fuese por encima, su valor. A finales de 1998, Henry Blodget, un analista de CIBC Oppenheirner, advirtió de que «con todas las acciones de Internet la valoración tiene más de arte que de ciencia». A continuación, y citando únicamente la posibilidad de crecimiento futuro, elevó su «objetivo de cotización» de Amazon.com de 150 dólares a 400 dólares, de un plumazo. La cotización de Amazon.com se disparó ese día en un 19% y, a pesar de las protestas de Blodget, que afirmaba que su objetivo de cotización era una previsión a un año vista, superó los 400 dólares en tres semanas. Un año después, Walter Piecyk, analista de PaineWebber, predijo que las acciones de Qualcornm alcanzarían una cotización de 1.000 dólares durante los 12 meses siguientes. Las acciones, que ya habían experimentado una subida del 1.842% durante ese ejercicio, subieron otro 31% ese día, llegando a una cotización de 659 dólares por acción.9 De fórmula a fracaso De todas formas, hacer operaciones como alma que lleva el diablo no es la única forma de especulación. Durante la última década, más o menos, se promocionaba una fórmula especulativa tras otra, y después, cuando esa fórmula alcanzaba popularidad, era arrojada la basura. Todas ellas compartían unos cuantos rasgos: es fácil, es rápido, es imposible que produzca perjuicios, y todas ellas infringían por lo menos una de las diferencias establecidas por Graham entre la inversión y la especulación. A continuación ofrecemos unas cuantas fórmulas de moda que fracasaron rotundamente. Aprovecharse del calendario El «efecto de enero», y la tendencia a que las pequeñas acciones generasen grandes beneficios al llegar el cambio de ejercicio, fue objeto de gran promoción en artículos académicos y libros populares publicados durante la década de 1980. Estos estudios ponían de manifiesto que si se cargaba la cartera de valores de acciones de pequeñas empresas en la segunda mitad de diciembre y se conservaban durante el mes de enero, se podía tener la esperanza de superar los resultados de mercado en cinco o 9 En 2000 y 2001, Amazon.com y Qualcomm perdieron un total acumulado del 85,8% y el 71,3% de su valor, respectivamente. 59