INTRODUCCIÓN
nosotros como nuestros lectores debemos estar preparados de antemano
para la posibilidad de que se produzcan unas condiciones radicalmente
diferentes en el período que va, por ejemplo, de 1973 a 1977.
Por lo tanto, expondremos de manera bastante detallada un
programa positivo para invertir en acciones ordinarias, parte del cual
entrará dentro del campo de interés de los dos tipos de inversores y parte
del cual está destinado principalmente al grupo emprendedor.
Llamativamente, sugeriremos que uno de nuestros requisitos esenciales
en este terreno es que nuestros lectores se limiten a emisiones que se
vendan no muy por encima del valor de sus activos materiales‡‡. El
motivo de este consejo aparentemente desfasado es de naturaleza
práctica y psicológica al mismo tiempo. La experiencia nos ha
demostrado que aunque hay numerosas empresas con un buen
crecimiento que valen varias veces lo que el valor de sus activos, el
comprador de tales acciones acaba quedando excesivamente expuesto a
los caprichos y fluctuaciones del mercado de valores. Por el contrario, el
inversor que destina sus fondos a acciones de, por ejemplo, empresas
concesionarias de servicios y suministros públicos cuya cotización
implica que es posible comprar estas empresas prácticamente por el
valor de su activo neto siempre puede considerarse propietario de una
participación en unas empresas sólidas y en expansión, adquiridas a un
precio racional, con independencia de 10 que el mercado de valores
pueda decir en sentido contrario. Es muy probable que el resultado
obtenido en última instancia gracias a este tipo de política conservadora
acabe siendo mejor que el derivado de las emocionantes incursiones en
terrenos tan llenos de glamour como de peligro, llevadas a cabo en
función de las previsiones de crecimiento.
El arte de la inversión tiene una característica que por lo general
no se aprecia. Es posible que el inversor lego obtenga un resultado
considerable, aunque no sea espectacular, aplicando un mínimo esfuerzo
y capacidad; sin embargo, para mejorar este nivel fácilmente alcanzable
es necesaria mucha dedicación y mucho más que un ramalazo de
sabiduría. Si simplemente está tratando de aportar un poquito más de
conocimiento e inteligencia a su programa de inversiones, en vez de
obtener unos resultados un poco mejores de lo normal, podría acabar
obteniendo peores resultados que si no hubiese realizado ese pequeño
esfuerzo.
Dado que cualquier persona puede igualar los resultados medios
del mercado, limitándose a comprar y conservar una, cesta representativa
‡‡
Entre los activos tangibles están los bienes físicos de la empresa (como inmuebles, fábricas, bienes de
equipo y existencias) así como sus saldos financieros (como el dinero en efectivo, las inversiones a corto
plazo y las cuentas por cobrar). Entre los elementos no incluidos en los activos tangibles están las marcas,
derechos de propiedad intelectual, patentes, franquicias, fondo de comercio y marcas comerciales. Para
ver cómo se puede calcular el valor del activo tangible, véase la nota al pie de la página 227.
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