Intervenciones en teoría cultural | Page 98

Modernidad y diferencia 97 A pesar de lo sugerente del análisis, Latour sigue estableciendo una equivalencia de facto entre modernidad y Europa, propia de las retóricas difusionistas. Y aunque no diga nada con respecto a si la fallida modernidad ha transcendido o no los umbrales de Europa, el hecho de que muestre que ha sido un acto fallido que no se ha realizado tal como lo han imaginado las prácticas de purificación asociadas al discurso de la ‘Constitución moderna’, no significa que ponga en duda a Europa como el tiempo-lugar de la (fallida) modernidad. Incluso autores como Foucault, tan perspicaz en sus análisis para tantos otros asuntos, parece operar en este tipo de retóricas difusionistas de la modernidad. Sus ensayos “¿Qué es la Ilustración?” y “¿Qué es la crítica?” son particularmente sugerentes para examinar sus supuestos sobre la modernidad, la cual prefiere concebir en términos de una específica ‘actitud’ o ‘ethos’ antes que como un periodo de la historia (Foucault [1984] 2003: 81). Foucault entiende la ‘actitud de modernidad’ como: […] un modo de relación con respecto a la actualidad; una elección voluntaria que hacen algunos; en fin, una manera de pensar y de sentir, una manera también de actuar y de conducirse que, simultáneamente, marca una pertenencia y se presenta como una tarea. Un poco, sin duda, como eso que los griegos llamaban un ethos. Y consecuentemente, más que querer distinguir el periodo ‘moderno’ de épocas ‘premoderna’ y ‘postmoderna’, creo que sería mejor averiguar cómo la actitud de modernidad, desde que se formó, se ha encontrado en lucha con actitudes de ‘contramodernidad’ (Foucault [1984] 2003. 81). Esta actitud, que estaría encarnada en la Ilustración (Aufklärung), involucra una problematización de la relación con el presente,