Intervenciones en teoría cultural | Page 93

92 Intervenciones en teoría cultural europeo. Aunque producto Europeo, desde un comienzo se encuentra una corriente dominante que ha concebido a la modernidad como universal. Desde esta perspectiva, existe una estrecha relación entre modernidad, Europa y universalismo. La modernidad aparece, entonces, no sólo como el tiempo-lugar de Europa sino que, por la vía del discurso universalista que se endilgaba, devenía en necesidad universal. En este sentido Wallerstein anotaba como en Europa se produce un discurso en el que “Únicamente la ‘civilización europea […] pudo producir la ‘modernidad’ […] Y como se decía que por definición la modernidad era la encarnación de los verdaderos valores universales, del universalismo, la modernidad no era meramente un bien moral sino una necesidad histórica” (2007: 49). Que luego de su origen europeo, se lograra desmarcar completamente o no de sus particulares orígenes haciéndose (o no) un verdadero hecho ‘universal’, hace parte de discusiones establecidas hasta hoy por los autores que siguen este tipo relato. No obstante, independientemente de que se la conciba como universal o no, Europa como el tiempo-origen de la modernidad es un supuesto compartido por todos los relatos difusionistas de la modernidad. Como parte de los relatos difusionistas pueden identificarse dos grandes variantes: una, inscrita en la predominante posición celebratoria, otra en una mirada crítica sobre la creciente difusión modernidad. La variante celebratoria concibe el proceso de difusión como simple expansión de una modernidad esencialmente benevolente y emancipante. Se concibe la modernidad como una especie de salvación de los individuos y de las colectividades. La modernidad es pensada como liberación del peso paralizante e irracional de la tradición y el tutelaje. Del otro lado, la variante crítica insiste en que no pueden desconocerse los procesos de colonización y dominación asociados a la modernidad.