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Intervenciones en teoría cultural
es una práctica, una que se entrama con otras constitu endo el
y
mundo y lo que hacemos o dejamos de hacer para transformarlo.
Si se tuvieran que indicar los postulados teóricos que constituyen
el postestructuralismo, se podrían mencionar los siguientes:
1. La realidad es discursivamente constituida, pero no es solo
discurso. Este postulado amerita que clarifiquemos cómo
entendemos discurso. El concepto de discurso se remonta a la
obra de Michel Foucault. En su libro de Arqueología del saber,
Foucault establece una diferencia fundamental entre discurso y
lengua. De manera general, el discurso puede ser definido como
lo que ha sido dicho, en campos de poder y con efectos de verdad
concretos. La lengua, en cambio, es lo que ha sido dicho más lo
que puede decirse. Esta aparente sutileza es muy importante pues
mientras que el discurso es un hecho, es algo que ha sucedido,
un acontecimiento (en el sentido de que ha pasado), la lengua
es además de eso una virtualidad, una potencialidad, un futuro
posible. Como el discurso es lo que ha sido dicho, esto que ha
sido dicho lo ha sido por alguien desde un lugar social concreto
(es lo que Foucault denomina posición de sujeto), es decir, como
médico, como maestro, como psiquiatra…
Igualmente, esto que ha sido dicho lo ha sido sobre algo, sobre unos
objetos y desde unos conceptos. La ‘unidad mínima’ del discurso,
por llamarla algo imprecisamente, sería el enunciado. Una serie de
enunciados relacionados entre sí constituyen el discurso. Ahora bien,
Foucault argumenta que se pueden identificar ciertas regularidades
en las relaciones entre los enunciados (o mejor, ciertas regularidades
en las dispersiones entre conceptos, objetos, posiciones de sujeto
y tácticas) por lo que es mejor pensar en términos de formaciones
discursivas antes que de discursos simplemente. En un momento
determinado, en el espacio social se encuentran operando diferentes
formaciones discursivas, algunas de ellas en torno a saberes, otras