Intervenciones en teoría cultural | Page 68

Distinciones teóricas en antropología 67 historia y la política. El postmodernismo también cuestiona la creencia moderna en las bondades de la razón y, sobre todo, en sus aplicaciones científicas y técnicas. Al contrario del credo moderno, el postmodernismo señala las atrocidades y sujeciones producto de la creciente aplicación de la técnica y la ciencia; las pesadillas y malestares de la razón (como el holocausto, las guerras, el nazismo, el racismo), antes que los sueños de una sociedad e individuos emancipados por los avances de la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas. Como anotaba Morley (1998: 98), el postmodernismo consiste en un fuerte rechazo a las ideas de totalización, de teleología y de utopía del pensamiento moderno. En palabras de Boaventura de Sousa Santos, las concepciones dominantes del postmodernismo: […] asumen las siguientes características: critica del universalismo y de las grandes narrativas sobre la unilinealidad de la historia traducida en conceptos como progreso, desarrollo o modernización que funcionan como totalidades jerárquicas; renuncia a proyectos colectivos de transformación social, siendo la emancipación social considerada como un mito sin consistencia; celebración, a veces melancólica, del fin de la utopía, del escepticismo en la política y de la parodia en la estética; concepción de la crítica como deconstrucción; relativismo o sincretismo cultural; énfasis en la fragmentación, en los márgenes o periferias, en la heterogeneidad y en la pluralidad (de las diferencias, de los agentes, de las subjetividades); epistemología constructivista, no fundacionalista y antiesencialista (Santos 2009: 341). Con base en estos criterios se puede contrastar el postmodernismo como corriente filosófica, arquitectónica, estética y política con algunas de las premisas más importantes de la modernidad, planteadas de forma esquemática en la siguiente tabla.