Intervenciones en teoría cultural | Page 48

La cultura en la imaginación antropológica 47 estudio de pequeñas comunidades o pueblos desarticulados de estructuras socioeconómicas y políticas mayores, lo cual en la práctica llevaba a un desconocimiento de los problemas básicos de tipo estructural haciendo de la labor antropológica un simple folclorismo (Krotz 1993: 18). Carlos Iván Degregori (2000) muestra cómo la antropología en Perú vivió un recorrido similar al trazado por Krotz para México. En éste, la desaparición de la cultura como término y categoría central del análisis antropológico se produjo hacia los años sesenta y setenta con la predominancia de corrientes marxistas y del estructuralismo. De ahí que, para los ochenta, la antropología en el Perú atestigua un “[…] doble regreso: el regreso del actor […] y el regreso de la cultura” (Degregori 2000: 50). Este ‘regreso a la cultura’ no ha estado exento de problemas, sino que “[…] puede significar la vuelta a un culturalismo que olvide o rechace cualquier preocupación por la dimensión económica más amplia, es decir, por el poder” (Degregori 2000: 54). Tomados en su conjunto, los trabajos indicados de Reygadas, Krotz y Degregori nos mantienen atentos sobre los riesgos del reduccionismo cultural (culturalismo) y las limitaciones de ciertas categorías de cultura para pensar la desigualdad. Ahora bien, invocar a la cultura (como término o como concepto) no significa que necesariamente se caiga en estos riesgos o limitaciones; el concepto de poder cultural de García Canclini antes comentado ilustra claramente este punto. Igualmente Trouillot y Grimson evidencian, desde sus respectivas posturas, que ya sea que abandonemos la utilización del término o no, en el plano conceptual la cultura sigue siendo un proyecto vigente y puede ser repensada para dar cuenta de las heterogeneidades y complejidades de los procesos sociales, lo que es vital para socavar las frecuentes apropiaciones del término tanto en sus articulaciones racializadas como en su disolución en