Intervenciones en teoría cultural | Page 35

34 Intervenciones en teoría cultural La crítica parte de indicar que el concepto de cultura ha sido una herramienta esencial de otrerificación, de exotización de la diferencia. Que a pesar de sus valiosas contribuciones antiesencialistas, no es simplemente el uso de la palabra sino que las disímiles conceptualizaciones de cultura han tendido a producir la diferencia como juego de exterioridades fácilmente fijables y jerarquizables. Uno de los grandes problemas para trascender las nociones de cultura constituidas desde el sistema de diferencias nosotros/ellos radica en el riesgo teórico y metodológico a sobreenfatizar coherencias así como a resaltar exotismos (lo que podríamos denominar un gesto diferencializante): “La antropología contribuye a una estetización de lo distante […] en que lo lejano es lo que aparece como digno de interés y el exotismo se constituye en sí mismo como valor […] Es la antropología que refuerza la otredad de los otros, y que, contrastándolas, hace a las culturas inteligibles por su diferencia” (Pazos 1998: 38). Los autores que sugieren abandonar el concepto de cultura también indican en su crítica que la ‘cultura’ se ha constituido no sólo como una particular forma de ver-conocer el mundo (con sus concomitantes cegueras-desconocimientos), sino de intervenirproducir el mundo. Susan Wright (1998) ha señalado, por ejemplo, como en las últimas décadas se ha dado una politización de la cultura porque cada vez más se ha convertido en el ‘recurso’ en nombre del cual se trazan políticas desde los gobiernos, las Ongs o las entidades interestatales, pero también en nombre del cual se articulan luchas de organizaciones indígenas o ambientalistas.9 De _______________ 9 No obstante, más allá de la instrumentalización de luchas políticas en torno a la cultura (donde no son escasas las visiones esencialistas y sustancialistas de la cultura y la diferencia), Wright ha indicado cómo el concepto mismo de cultura de los antropólogos se ha transformado para reconocer que incluso las conceptualizaciones convencionales de cultura que se presentaban como académicas, objetivas y neutrales “[…] implican una toma de posición y son políticas […]” (1998: 139).