Intervenciones en teoría cultural | Page 34

La cultura en la imaginación antropológica 33 generalmente se usa, hoy en día, con connotaciones racialistas, dentro y fuera de la academia” (Trouillot 2011: 188). Dada la proliferación de conceptos racialistas asociados al término cultura, la labor de los antropólogos no consistiría en tratar de imponer ‘el verdadero sentido’ o las categorizaciones ‘adecuadas’ a las que debe responder este término, sino introducir otros términos y estrategias descriptivas e interpretativas que puedan interrumpir los imaginarios políticos y académicos racialistas propios del pensamiento culturalista tan extendido dentro y fuera de la academia: Si los conceptos no son sólo palabras la vitalidad de un programa conceptual no puede girar sobre el simple uso de un sustantivo. Podemos abandonar la palabra y estar mejor en términos políticos y teóricos. Sin esa abreviatura tendremos que describir rasgos específicos en términos etnográficos y evaluar, analíticamente, los distintos dominios que antes condensábamos en ella. Entonces podremos seguir, mejor, una práctica enraizada en el concepto (Trouillot 2011: 175). Para algunos antropólogos, sin embargo, este desplazamiento en la terminología no es suficiente. No se logra superar los problemas de fondo con la simple sustitución de la palabra. No es suficiente con proscribir el uso de la palabra cultura y esperar que al recurrir a lo cultural o a sus sustituciones se eviten los problemas derivados de la formación sustantivada, cosificada de cultura. Por eso arguyen, de manera más radical aún, que el problema no radica simplemente en las ilegitimas apropiaciones y malos usos que se hacen por fuera de la antropología el ejército de neófitos de la palabra cultura, sino que lo problemático se enraíza en las categorías mismas con las que se ha operado dentro de la disciplina. De ahí que argumenten que para potenciar el proyecto antropológico es pertinente abandonar las categorías que han operado asociadas al término de cultura.