Intervenciones en teoría cultural | Page 158

Historizando raza 157 esta racialización se extendió desde América a una clasificación de la población de todo el mundo “[…] en identidades ‘raciales’ y dividida entre los dominantes/ superiores ‘europeos’ y los dominados/inferiores ‘no-europeos’.” (p. 374). Por tanto, “Las diferencias fenotípicas fueron usadas, definidas, como expresión externa de las diferencias ‘raciales’. En un primer período, lo fueron principalmente el ‘color’ de la piel y del cabello y la forma y el color de los ojos, más tarde, en los siglos XIX y XX, también otros rasgos como la forma de la cara, el tamaño del cráneo, la forma y el tamaño de la nariz” (p. 374). De esta manera, aunque no se encontrara fácilmente la palabra raza, no hay duda que para estos autores la conceptualización detrás de estas clasificaciones es racial. Para Quijano las diferencias fenotípicas son centrales, mientras para otros autores como Mignolo hay momentos donde la clasificación racial no se ancla en el de diferencias fenotípicas sino en la inferiorización de la diferencia: “A mediados del siglo XVI, Las Casas proporcionó una clasificación racial aunque no tuviese en cuenta el color de la piel. Era racial porque clasificaba a los seres humanos en una escala descendente que tomaba ideales occidentales cristianos como criterio para la clasificación. La categorización racial no consiste simplemente en decir ‘eres negro o indio, por tanto, eres inferior’, sino en decir ‘no eres como yo, por tanto eres inferior’ […]” (Mignolo 2005: 43: énfasis en el original). En un texto anterior, Mignolo considera que pueden darse clasificaciones raciales incluso sin que la palabra de raza existiese con tal de que los criterios de la distinción fueran ‘físicos’ o, lo que parece ser lo mismo, ‘biológicos’. Comentando precisamente la idea de colonialidad del poder de Quijano, escribía Mignolo: Deberíamos observar, al pasar, que la categoría de ‘raza’ no existía en el siglo XVI y que las personas se