Intervenciones en teoría cultural | Page 146

Identidades: conceptualizaciones y metodologías 145 y las representaciones que son puestas en juego en contextos específicos. Además debe tenerse presente los diferentes planos y escalas de análisis. Esto es, registrar las particulares narrativas y sus efectos de verdad sobre las identidades en los individuos y colectividades, sin olvidar que la forma cómo la gente se representa y enuncia sus experiencias e identidades no agotan las explicaciones de los entramados y procesos en los cuales éstas surgen, se despliegan y se transforman. En otras palabras, comprender la densidad de las interacciones en torno a las identidades no se puede limitar a las narrativas sobre las mismas. De ahí que en el estudio de las identidades no baste con hacer unas entrevistas para luego transcribirlas y analizarlas discursivamente. Para capturar la densidad de las prácticas de la identidad y sus imbricaciones con las narrativas, se requiere de un trabajo cualitativo, minucioso y prolongado anclado en la etnografía. Desde esta perspectiva, el estudio de las identidades supone la combinación del análisis discursivo y la experiencia etnográfica. Igualmente, en el estudio de las identidades no basta con quedarse en el lugar común de afirmar que las identidades son construidas, en la repetición cuasi ritual de que las identidades no son esenciales, inmutables o ahistóricas. Decir esto sobre una identidad, es prácticamente no decir nada. Los estudios deben mostrar, mas bien, las formas específicas, las trayectorias, las tensiones y antagonismos que habitan históricamente y en un momento dado las identidades concretas