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Intervenciones en teoría cultural
modernos), sino que también se puede pensar desde trabajos
concretos que los ‘afueras’ no son la única fuente de heterogeneidades
y disensos con racionalidades euro-modernas dominantes. Sin
embargo, este tipo de enfoque es posible si eventualizamos los
‘afueras’ y los ‘adentros’ de la modernidad. Lo cual implica
abandonar las garantías de las definiciones substancialistas, sobre
todo aquellas caricaturizantes de la modernidad que le atribuyen
las responsabilidades por todos los males y desesperanzas del
mundo contemporáneo. La eventualización de la modernidad no
necesariamente se articula como anti-modernidad.
Finalmente, habría una posible crítica sobre los efectos de la
eventualización con respecto a que diluiría una visión más
estructural y de totalidad de la modernidad. Refiriéndose a
la pluralización de la modernidad derivada de los crecientes
estudios antropológicos sobre la misma, Arturo Escobar plantea
este cuestionamiento en los siguientes términos:
En suma, a mi manera de ver, en muchos de los
recientes trabajos antropológicos la modernidad es,
primero, redefinida en una manera que la disuelve
y le priva de cualquier apariencia de coherencia
histórica, sin mencionar una única lógica social y
cultural, y, segundo, se encuentra etnográficamente
que en todas partes es siempre plural, cambiante y
confrontada. Un nuevo balance parece necesario.
Después de todo, ¿por qué estamos tan prestos
aún a adscribir al capitalismo efectos poderosos y
sistemáticos, mientras denegamos a la modernidad
_______________
13 Sin destapar la caja de pandora de la relación entre capitalismo y modernidad,
me gustaría mencionar de pasada que no hay una equivalencia entre los
dos. Considero que Marx tiene razón cuando considera que el capitalismo
es una relación social que se articula como modo de producción global, lo