Intervenciones en teoría cultural | Page 128

Modernidad y diferencia 127 cualquier lógica y dominación cultural coherente? (2010: 221; énfasis en el original).13 Escobar tiene razón en su preocupación por los efectos fragmentadores y hasta celebracionistas que pueden derivarse de ciertos análisis antropológicos que apelan a la idea de múltiples modernidades. No obstante, considero que de enfatizar la heterogeneidad y situacionalidad en los análisis eventualizadores de la modernidad, no se sigue necesariamente que se desconozcan las relaciones de poder y jerarquización en y entre las formaciones de modernidad concretas, ni que se pasen por alto los efectos estructurantes de ciertas racionalidades, tecnologías y subjetividades que apelando a unas modernidades eurocentradas se han asociado a un proyecto civilizatorio global. El punto es no confundir eventualización con un procedimiento que solo explore las heterogeneidades, las singularidades, supuestamente contraponiéndose a los análisis que buscan comprender los efectos de las configuraciones y totalidades. Nuevamente es Chakrabarty quien subraya el doble movimiento analítico que estaría en juego en la eventualizacion de la modernidad: “[…] reconocer la necesidad ‘política’ de pensar basándose en totalidades y, a la vez, desmontar constantemente el pensamiento totalizador poniendo en juego categorías no totalizadoras” (2008: 52). En suma, como bien lo planteaba Néstor García Canclini “[…] nos negamos a admitir, sin embargo, que la preocupación por la totalidad social carezca de sentido. Uno puede olvidarse de la totalidad cuando sólo se interesa por las diferencias entre los hombres, no cuando se ocupa también de la desigualdad” (1989: 25). _____________