Intervenciones en teoría cultural | Page 110

Modernidad y diferencia 109 de modernidad subyacente en la diversidad de sus expresiones. Modernidades alternativas o vernáculas tiende a reproducir una subyacente y fundamental modernidad como modelo o esencia, a partir de la cual se establecería la multiplicidad de modernidades realmente existentes. Si en las diferentes versiones de modernidades alternativas o vernáculas se mantiene una subyacente modernidad como una especie de trascendente, la pregunta sería, entonces, ¿qué tan alternativas o que tan vernáculas son las modernidades alternativas o vernáculas? El cuestionamiento opuesto también ha sido formulado. Para autores como Kahn (2001) si, como argumentan las modernidades alternativas o vernáculas, la modernidad es siempre en plural ya que no se puede desvincular de los contextos históricos y culturales en los cuales se articula (incluyendo a las modalidades de modernidad europea), de esta multiplicidad radicalmente contextual no podría destilarse algo así como una ‘modernidad pura’ a no ser que se recurra a una noción extremadamente formal y procedimental de lo que significaría en últimas modernidad. Pero ya en este caso, habría perdido sentido hablar de modernidad tanto como adjetivarla con un apelativo nacional o regional: “Si la modernidad […] no puede abstraerse del contexto y su singularidad, ¿es en últimas de alguna utilidad hablar de la modernidad? ¿Por qué hablar de una modernidad griega, asiática, islámica en cualquier caso si lo singular es inimaginable? Nada en absoluto se puede obtener mediante la adición del término ya que no puede tener sentido por sí mismo” (Kahn 2001: 659). Ante tal grado de relativización contextual de lo que puede ser considerado como modernidad, entonces se diluye cualquier posibilidad de una generalización significativa del término que implique conservar algo de su relevancia analítica: “La insistencia del etnógrafo en la primacía del contexto, al relativizar y pluralizar la modernidad, nos lleva a rechazar