LA MUJER EN LA GRECIA HOMÉRICA
Más allá de estos ejemplos, cabe mencionar que en cuanto Zeus permite a los dioses
volver a luchar 70 , descienden del Olimpo similar porcentaje de figuras femeninas y masculinas.
La presencia de la divinidad en la Ilíada conlleva una gran importancia tanto por una razón
cuantitativa –número de veces en que aparecen– como cualitativa –es decir, lo fundamental
que se vuelve su actividad en la obra. La religión no se traduce en Homero como un sistema de
valores morales, sino como una representación de un mundo ideal que evolucionó desde
tiempos muy antiguos y se compartió de generación en generación a través de la tradición
oral. Además de esto, se une, como hemos tratado de mostrar, el hecho de la
intercomunicación entre distintos pueblos, que fueron influyéndose mutuamente en sus
contactos de diversas índoles: comerciales, bélicos, etc. En este largo transcurso se han cifrado
numerosas idealizaciones del mundo circundante a través de símbolos y representaciones de
los distintos elementos que se consideraban de alguna importancia para la vida; la imagen de
la mujer tuvo su lugar en estos cultos, lugar que, como veremos, fue de mayor a menor
importancia con el correr del tiempo y del desarrollo de las civilizaciones. Por estos factores,
nos vemos ahora en el momento de al menos vislumbrar los remotos orígenes de estas diosas.
70
C. XX, vv. 20 ss.