Intertexto3.0 -Aniversario | Page 47

LA MUJER EN LA GRECIA HOMÉRICA sobre la Acrópolis el palacio, circundado por altas murallas en uno de cuyos ángulos aparece aquí la famosa Puerta de los Leones, con sus dos animales reales esculpidos montando la guardia por el rey. El salón del trono, la sala del altar, los almacenes, los baños, las salas de recepción, los pisos pintados, los pórticos con columnas, los muros cubiertos de frescos y escalinatas preciosas se asemejan mucho también al de aquella otra ciudad. A un costado del camino por esta colina se han hallado un corredor flanqueado de muros formados por piedras grandes y bien talladas, bellas columnas cilíndricas de mármol gris, un dintel formado por dos piedras, de las cuales una mide nueve metros de largo y pesa ciento trece toneladas, una cámara circular tras la portada, paredes logradas por bloques tallados reforzados con rosetones de bronce decorativos. En estas regiones, entre los años 1600 y 1200 a. C. –período en que se han datado los mencionados elementos encontrados durante las excavaciones– el estilo de vida estaba bastante próximo a la etapa de los cazadores. Se han descubierto huesos de ciervo, jabalí, cabra, oveja, liebre, buey y cerdo que sugieren un apetito voraz por parte de los ciudadanos, por lo que se ve, devoradores de carne, hechos que se pueden comparar con los fragmentos de la Ilíada referentes a los alimentos consumidos. La industria no estaba muy desarrollada, sino que fue progresando junto al comercio de manera muy paulatina, consecuencia tal vez de la infección de piratas en el mar circundante. Muchos de los participantes de esta piratería provenían incluso del pueblo micénico, cuyo gobierno se muestra orgulloso de dichas prácticas. En el transcurso lento ya mencionado de su evolución económica se ve, en algún momento, un cambio en sus políticas, pues, tal vez viendo la manera en que Creta se enriquecía con el comercio regular, comenzaron a copiar este método y a abandonar las actividades “fraudulentas” destinadas a este fin. Gracias a estas decisiones lograron, hacia el 1400, alcanzar y pelear contra el poder marítimo de Creta. Sin embargo, y a diferencia de ella, esta riqueza alcanzada no fue proporcional al grado de cultura. En cuanto a la escritura encontramos que los pelasgos 14 , al parecer, habrían tomado el alfabeto de los traficantes fenicios. Se han hallado caracteres en vasijas dentro de Tirinto y Tebas, pero lo más destacable reside en unas tablillas de arcilla descubiertas en Pilos, Cnosos y Micenas, descifradas por el arquitecto inglés Ventris en 1953, con las cuales se ha demostrado la existencia de poblaciones griegas en Creta en los últimos tiempos de esta ciudad 15 . En torno al arte, en la primera parte de lo que se ha encontrado se revela una imitación de la forma y de los temas cretenses, no obstante luego, al caer el cretense, comienza a florecer la pintura en el continente. Sobresalió sobre todo en el uso del metal, material en el que se singularizó mucho más respecto de Creta, siendo utilizado en alhajas de variado tipo, pasadores, entalles con escenas de caza, guerra o piratería, una cabeza de vaca de plata con los cuernos de oro, etc. Es posible testimoniar un tema muy recurrido por los micénicos basado en el enlazamiento y la doma de un toro, en anillos y sellos o pintadas en las paredes de los palacios, elemento que será digno de considerar más adelante cuando se intenten hallar huellas de las civilizaciones que han precedido y/o compartido los tiempos 14 Así llamados por la tradición griega, quizá por la raíz pelagos, “mar”, en cuyo caso el nombre significaría “gente del mar”. 15 Rodríguez Adrados, op. cit., p. 67.