Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento CONTRIBUCIONES CONTRA LA CORRUPCIÓN | Page 10
Abbink et al. (2013) advierten, sin embargo, que la efectividad de esta medida depende en gran parte de su
implementación con medidas complementarias y por lo tanto, el fortalecimiento de la estructura institucional
es esencial. Por ejemplo, sugieren que para reducir los efectos negativos de las represalias que los funcionarios
pueden ejercer sobre los ciudadanos que denuncian las demandas de sobornos, se debería también implementar
una política de rotación del personal público, la cual se tratará en el siguiente sub-apartado c). Además, los autores
recomiendan que se garantice el anonimato de los ciudadanos que denuncian el pago de sobornos para compen-
sar su vulnerabilidad, así como una investigación rápida y efectiva tras la denuncia de los ciudadanos para depurar
responsabilidades.
Los autores concluyen que la negativa a pagar sobornos se debe más a un reflejo de los principios que de los
incentivos, por lo tanto un reparto asimétrico de la responsabilidad no modifica la autoridad moral en el compor-
tamiento de los ciudadanos, por lo que la inmunidad legal no se interpreta como una “licencia para sobornar”.
c. Rotación del personal público
Otra hipótesis que Abbink (2004) ha querido comprobar, mencionada en el apartado anterior, es si el hecho de
rotar a los funcionarios bajaría los niveles de corrupción. Este mecanismo consiste en hacer que los funcionarios
públicos cambien constantemente de puesto y lugar de trabajo para hacer que resulte más complicado construir
relaciones a largo plazo entre funcionarios públicos y potenciales sobornadores. La intuición de esto, reside en
la falta de confianza que genera en las empresas la rotación de funcionarios. En este caso, la evidencia sí apoya
la hipótesis y el cambio del personal de su puesto de trabajo reduce la frecuencia media de sobornos ofrecida
y también la reciprocidad. Los resultados demuestran una alta eficacia de la política, reduciendo la reciprocidad
de los funcionarios por casi dos tercios. Esta política tiene sin embargo ciertas objeciones, tales como la pérdida
de eficiencia debido al tiempo de adaptación al puesto, los costes de formación o el nivel de desencanto de los
trabajadores públicos obligados a cambiar de puesto y lugar de trabajo frecuentemente. Es por ello, que el autor
de la investigación recomienda la aplicación de esta medida sólo en áreas altamente delicadas y proclives a ser
corrompidas.
En la misma línea del experimento anterior, Ryvkin y Serra (2012) obtuvieron resultados que también apoyan la
implementación de medidas como la rotación de los funcionarios cuyo objetivo primordial es incrementar la difi-
cultad de fomentar relaciones de confianza a largo plazo con distintos agentes.
Ryvkin and Serra (2012) demostraron que los jugadores están menos predispuestos a involucrarse en actividades
ilícitas cuando desconocen con certeza la corruptibilidad del jugador contrario.
Como resultado, la sociedad tiene mayores probabilidades de no caer en una trampa de corrupción sistemática
y endémica, como la observada en muchos países latinoamericanos. Por su parte, Bilotkach (2006) llevó a cabo
un experimento aplicado a la evasión de impuesto. Los sujetos podían tomar dos roles o bien empresarios o bien
funcionarios públicos. Los ‘empresarios’ podían evitar pagar impuestos si sobornaban a un funcionario público. Se
demostró con este estudio que se ofrecen más y mayores sobornos si los sujetos son conocedores del nivel de
corruptibilidad de los funcionarios. Sin embargo, el hecho de recibir un soborno no influyó sobre el comporta-
miento de los sujetos en el rol de funcionarios.