INFORMANTE CLAVE | Page 99
107
Entrevistas sem iestructuradas
entrevistado responda a ellas libremente. El punto de partida del método es el
supuesto de que las aportaciones que son características para las entrevistas
estandarizadas o cuestionarios, y que limitan cuándo, en qué secuencia y cómo
se tratarán los asuntos, oscurecen más que iluminan el punto de vista del sujeto.
En el camino de asegurar perspectivas subjetivas relevantes temáticamente surgen también algunos problemas en la entrevista semiestructurada: por una parte,
problemas de mediación entre la aportación de la guía de entrevista y los propósitos de la pregunta de investigación y, por la otra, el estilo de presentación del
entrevistado. Así, el entrevistador puede y debe decidir durante la entrevista
cuándo y en qué secuencia hacer qué preguntas. Que una pregunta se haya respondido ya tal vez de paso y sea posible dejarla fuera se puede decidir sólo ad
hoc. El entrevistador se enfrenta también a la cuestión de si, y cuándo, indagar
con mayor detalle y apoyar al entrevistado para adentrarse profundamente en el
campo, o cuándo volver más bien a la gu ía de entrevista en el momento en que el
entrevistado se desvía del tema. La expresión "entrevista parcialmente estandarizada" se utiliza también respecto a la elección en la realización real de la entrevista: la elección entre intentar mencionar algunos asuntos dados en la guía de
entrevista y al mismo tiempo ser abiertos a la manera individual del entrevistado
de hablar sobre estos asuntos y otros pertinentes para él. Estas decisiones, que
se pueden tomar únicamente en la propia situación de entrevista, requieren un
alto grado de sensibilidad hacia el curso concreto de la entrevista y hacia el entrevistado. Además, demandan una buena visión general de lo que ya se ha dicho y
su pertinencia para la pregunta de investigación en el estudio. Se necesita aquí
una mediación permanente entre el curso de la entrevista y la guía. Hopf (1978)
advierte en contra de la aplicación demasiado burocrática de la guía de entrevista. Podría limitar los beneficios de la apertura y la información contextual porque
el entrevistador se adhiera con demasiada rigidez a ella. Esto podría animarle a
interrumpir los relatos del entrevistado en mal momento para pasar a la pregunta
siguiente, en lugar de seguir el tema e intentar profundizar en él. Según Hopf
(1978, pág. 101), puede haber varias razones para esto:
• la función protectora de la guía de entrevista para afrontar la incertidumbre
debido a la situación de conversación abierta e indeterminada,
• el temor del entrevistador a ser desleal a los objetivos de la investigación
(por ejemplo, saltándose una pregunta) y,
• por último, el dilema entre la presión del tiempo (debido al tiempo limitado
del investigador) y el interés del investigador por la información.
Por tanto, ha resultado ser necesaria una formación detallada en entrevista,
en la que se enseñe la aplicación de la guía de entrevista en representaciones de
roles. Estas situaciones de entrevista simuladas se graban (si es posible, en
vídeo). Después, todos los entrevistadores que toman parte en el estudio las
evalúan en cuanto a: los errores, cómo se utilizó la guía, los procedimientos y problemas en la introducción de temas y el cambio de uno a otro, el comportamiento no verbal del entrevistador y sus reacciones al entrevistado. Esta evaluación se
efectúa para hacer más comparables las intervenciones de los diferentes entre-
©
Ediciones Morata, S. L.