INFORMANTE CLAVE | Page 83

Entrevistas sem iestructuradas 91 El criterio de especificidad significa que la entrevista debe poner de manifiesto los elementos específicos que determinan el efecto o significado de un acontecimiento para el entrevistado, para impedir que la entrevista se quede en el nivel de las declaraciones generales. Con este fin, las formas más apropiadas de preguntas son las que estorban al entrevistado lo menos posible. Para aumentar la especificidad, se debe estimular la inspección retrospectiva. Aquí, el entrevistado se puede apoyar en el recuerdo de una situación específica utilizando materiales (por ejemplo, un extracto de un texto, una imagen) y las preguntas correspondientes ("Pensándolo retrospectivamente ahora, ¿cuáles fueron tus reacciones a esa parte de la película?"). En otro caso, este criterio se puede lograr por "referencia explícita a la situación de estímulo" ("¿Había algo en la película que te diera esa impresión?"). Por regla general, Merton y Kendall proponen que "las preguntas especificativas deben ser lo bastante explícitas para ayudar al sujeto a relacionar sus respuestas con determinados aspectos de la situación de estímulo y, sin embargo, lo bastante generales para evitar que el entrevistador la estructure" (1946, pág. 552). El criterio de amplitud pretende asegurar que todos los aspectos y temas relevantes para la pregunta de investigación se mencionan durante la entrevista. Por una parte, se debe dar al entrevistado la oportunidad de introducir nuevos temas por propia iniciativa. Por otra, se menciona aquí la doble tarea del entrevistad or: paso a paso, cubrir el abanico temático (incluido en la guía de entrevista) introduciendo nuevos asuntos o iniciando cambios en el que ya se trata. Esto significa también que el entrevistador debe conducir de nuevo a asuntos ya mencionados pero que no se han detallado con bastante profundidad, especialmente si tiene la impresión de que el entrevistado alejó la conversación del tema para evitarlo. En este caso, el entrevistador debería introducir de nuevo el tema anterior con "transiciones de reversión" (1946, pág. 553). Sin embargo, Merton y Kendall ven el peligro de "confundir la amplitud con la superficialidad" al realizar este criterio (1946, pág. 554). Hasta qué punto esto se convierta en un problema depende de la manera en que el entrevistador introduzca el abanico temático de la guía de entrevista y si se vuelve demasiado dependiente de ella. Por tanto, sólo debe mencionar los temas si realmente desea asegurar que se tratan con todo detalle. La profundidad y el contexto personal que muestra el entrevistado significan que debe asegurar que las respuestas emocionales en la entrevista van más allá de evaluaciones simples como "agradable" o "desagradable". La meta es más bien "un máximo de comentarios de revelación de sí mismo respecto a cómo el material de estímulo fue experimentado" por el entrevistado (1946, págs. 554-555). Una tarea concreta para el entrevistador derivada de esta meta es diagnosticar continuamente el nivel real de profundidad, para "cambiar ese nivel hacia cualquiera de los extremos del 'continuo de profundidad' que encuentre apropiado en un caso dado". Las estrategias para elevar el grado de profundidad son, por ejemplo, "centrar el interés en los sentimientos", "repetir los sentimientos dados a entender o expresados" y "referirse a situaciones comparativas". Se puede ver también aqu í la referencia al estilo no directivo de llevar una conversación de Rogers (1944). La aplicación de este método en otros campos de investigación se orienta sobre todo a los principios generales del método. El enfoque en la entrevista se entiende como relacionado con el asunto en estudio, más que con el uso de estímulos como las películas. © Ediciones Morata. S. L.