INFORMANTE CLAVE | Page 33

para descubrir cómo trabaja la "producción social de inconsciencia" (Erdheím, 1984). Para estos análisis, las reglas implícitas y explícitas de acción son de especial importancia. En cuanto a la hermenéutica objetiva, que se toma aquí como ejemplo de los otros enfoques mencionados, se propone: Basándose en reglas, que se pueden reconstruir, los textos de interacción constituyen las estructuras de significado objetivo, las cuales representan las estructuras latentes de sentido de la interacción misma. Estas estructuras de significado objetivo de los textos de interacción, prototipos de las estructuras sociales objetivas en general, son realidad (y existen) analíticamente (aun cuando no empíricamente) con independencia de la representación intencional concreta de los significados de la interacción por parte de los sujetos que participan en ella. (Oevermann y cols., 1979, pág. 379.) Para reconstruir las reglas y las estructuras, se aplican diversos procedimientos metodológicos en el análisis de los significados "objetivos" (es decir, no subjetivos), como los análisis lingüísticos para extrapolar los modelos culturales, los análisis estrictamente secuenciales de las expresiones y las actividades para descubrir su estructura objetiva de significados, y la "atención uniformemente suspendida" del investigador en el proceso psicoanalítico de interpretación (véase Devereux, 1967; Erdheim, 1984). En particular, la hermenéutica objetiva según Oevermann y cols. (1979) ha atraído amplia atención y ha promovido abundante investigación en las áreas de habla alemana (véase el Capítulo XVI). Sin embargo, hay un problema no resuelto en la base teórica del enfoque, que es la relación poco clara de los sujetos actuantes con las estructuras que deben extrapolarse. Lüders y Reichertz (1986, pág. 95), por ejemplo, crítican la "metafísica de las estructuras" que se estudian casi como "estructuras actuantes autónomas". Otros problemas son la igualación ingenua del texto y el mundo ("el mundo como texto"; véase Garz, 1994) y el supuesto de que, si los análisis se continuaran lo bastante, desembocarían en las estructuras que generan las actividades del caso en estudio. Este supuesto se basa en los antecedentes estructuralistas del enfoque de Oevermann. Avances recientes en las ciencias sociales: El postestructuralismo Según Derrida (1976), estos supuestos estructuralistas se han cuestionado también en la investigación cualitativa (véase Lincoln y Denzin, 2000, pág. 1051). Se pregunta, por ejemplo, si el texto producido con fines de interpretación, lo mismo que el formulado como resultado de ella, corresponde no sólo a los intereses (de investigación o los que sean) del intérprete, sino también a los de aquellos a quienes se estudia y que forman un tema en el texto (2000, pág. 1051). Según esta visión, los textos no son el mundo per se ni una representación objetiva de partes de ese mundo. Por el contrario, derivan de los intereses de quienes los produjeron así como de quienes los leen. Diferentes lectores resuelven la vaguedad y ambigüedad que todo texto contiene de diversas maneras, según las perspectivas que aportan al texto particular (Agger, 1991, pág. 112). De acuerdo con © Ediciones Morata, S. L.