INFORMANTE CLAVE | Page 242
CAPíTULO XIX
Escribir sobre investigación cualitativa
La cuestión de cómo mostrar los hallazgos y las actuaciones de la investigación ha pasado a primer plano en la investigación cualitativa -especialmente en
la etnografía- desde mediados de la década de 1980. En las ciencias sociales,
el texto no es sólo un instrumento para documentar los datos y una base para la
interpretación y, de esta manera, un instrumento epistemológico, sino también, y
sobre todo un instrumento de mediación y comunicación de hallazgos y conocimientos. A veces, la escritura se ve incluso como el núcleo de la ciencia social:
Hacer ciencia social significa sobre todo producir textos ... Las experiencias de la investigación se tienen que transformar en textos y comprenderse a partir de éstos. Un proceso
de investigación tiene hallazgos sólo cuando, y en la medida en que, se pueden encontrar
en un informe, no importa si las experiencias las hicieron quienes estuvieron implicados en
la investigación y qué experiencias fueron. La observabilidad y la objetividad práctica de los
fenómenos de la ciencia social se constituyen en los textos yen ningún otro lugar.
(Wolff, 1987, pág. 333.)
En este contexto, la escritura se vuelve relevante en la investigación cualitativa en tres aspectos: para presentar los hallazgos de un proyecto; como punto de
partida para evaluar las actuaciones que conducen a ellos, y así a los resultados
mismos, y finalmente como punto de salida para las consideraciones reflexivas
sobre el estado global de la investigación en conjunto.
Función pragmática de la escritura:
Presentación de los resultados
Las diversas opciones para presentar hallazgos se pueden situar entre dos
polos. En un extremo, está el propósito de desarrollar una teoría a partir de los
datos y las interpretaciones según el modelo de Strauss (1987). En el otro extremo están los "relatos desde el campo" (van Maanen, 1988), que intentan ilustrar
las relaciones que el investigador encontró.
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