INFORMANTE CLAVE | Page 227

Fundamentación de la cualitativa 239 momento? Y: ¿se fundamenta la versión del investigador en las versiones en el campo, en la biografía del entrevistado etc., y por tanto en el problema? Esto tiene menos que ver con la aceptación del supuesto de una realidad que existe independientemente de las construcciones sociales, es decir, percepciones, interpretaciones y presentaciones, que con que se deba hacer la pregunta de hasta qué punto las construcciones específicas del investigador están fundamentadas empíricamente en las de los sujetos investigados. En este contexto, Hammersley (1992, págs. 50-52) perfila la posición de un "realismo sutil". Esta posición parte de tres premisas. 1) La validez del conocimiento no se puede evaluar con certeza. Los supuestos sólo se pueden juzgar por su plausibilidad y credibilidad. 2) Los fenómenos existen también con independencia de nuestras afirmaciones acerca de ellos. Nuestros supuestos sobre ellos sólo pueden aproximarse más o menos a estos fenómenos. 3) La realidad se hace accesible a través de las (diferentes) perspectivas sobre los fenómenos. La investigación pretende presentar la realidad, no reproducirla. Si partimos de esta posición, la cuestión de la validez de la investigación cualitativa se transforma en la pregunta de hasta dónde las construcciones del investigador se fundamentan en las construcciones de aquellos a quienes estudia (compárese con Schütz, 1962) y hasta dónde este fundamento es transparente para otros (véase el Capítulo 111 sobre esto). Así, la producción de los datos se convierte en un punto de partida para juzgar su validez (Gerhardt, 1985) y la presentación de fenómenos y de las inferencias extraídas de ellos se convierte en otro. Análisis de la situación de la entrevista Un enfoque para especificar la validez de las entrevistas es comprobar for~ malmente si era posible garantizar el grado de autenticidad que se pretendía al realizarla. En el marco de la investigación biográfica, ésta se realiza contestando a la pregunta de si la presentación del respondiente es una narración o no. Esto es un intento de responder a la pregunta de la validez de las declaraciones recibidas de esta manera igualando una narración sin impedimentos (por ejemplo, libre de las intervenciones del investigador) con una descripción válida. Varios autores critican este enfoque basándose en que sólo estudia una parte muy limitada del problema de la validez (por ejemplo, Bude, 1985; Flick, 1996; Gerhardt 1985). Legewie (1987, pág. 141) hace propuestas más diferenciadas para juzgar la validez de los datos de entrevista, y especialmente las presentaciones biográficas de sí mismo. Según este autor, las reivindicaciones de validez que un hablante hace en una entrevista se deben diferenciar (yeso quiere decir que se deben juzgar por separada en función de las consideraciones siguientes): "a) que el contenido de lo que se dice sea correcto, b) que lo que se dice sea apropiado socialmente en su aspecto relacionaL .. y c) que lo que se dice sea sincero en cuanto a la presentación de sí mismo" del hablante. El punto de partida para validar declaraciones biográficas es analizar la situación de la entrevista teniendo en cuenta hasta qué punto se daban lilas condiciones de comunicación no-estratégica" y si "las metas y las particularidades de la entrevista ... se negocian en forma de un © Ediciones Morata. S. L