INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 237
decisivas de los últimos días contra la casi totalidad de las reservas operativas del
enemigo, nos hallábamos tocando, como quien dice, con la mano la victoria. Por lo
que estimaba que el abandono de la lucha en tales condiciones iba a ser
probablemente tanto como regalarle la victoria al enemigo" (1)
Pero la mayoría de los jefes coincidían, junto con Hitler, en que no era posible
seguir empeñando en esa operación todas las divisiones blindadas al mismo
tiempo que sobrevenía la emergencia de Italia. La suspensión de "Ciudadela" fue
un golpe grave pana el frente alemán en la URSS. Algunas divisiones quedaron
debilitadas y otras fueron retiradas. La iniciativa pasó a manos del Ejército Rojo.
El general Guderian vio que el enorme esfuerzo de organización que se había
realizado no llegaba a un fin victorioso y cayó enfermo. Hoth, Von Manstein,
Model y Kluge estaban consternados. En cambio, los infiltrados se hallaban de
plácemes.
Mr. Alan Clark escribe: "Sólo el infatigable Von Tresckow continuó en actividad.
Viendo en esta desastrosa derrota campo fértil para sembrar sus intrigas entre los
generales, se acercó a Kluge y sugirió al mariscal de campo que él y Guderian
debían resolver sus diferencias y trabajar juntos para reducir los poderes de Hitler
como comandante supremo, objetivo que abarcaba desde el asesinato hasta la
suave reforma constitucional''. ("La Campaña de Rusia"). Tresckow se entrevistó
con Guderian en, el hospital, pero Guderian rechazó sus insinuaciones.
PISAN LOS TALONES DE LA RED SECRETA.
La ofensiva de dos ejércitos ingleses y un ejército americano, que a través de la
isla de Sicilia pisaban ya la punta de Italia; la caída de Mussolini; la traición del
gobierno de Badoglio, que ordenaba a medio millón de soldados italianos atacar
por la espalda a cien mil alemanes que habían estado ayudándolos, paralizó la
ofensiva alemana en la URSS.
Esto, unido a una ofensiva soviética en el sector central, creó la situación propicia
para que la antigua célula de infiltrados en dicho sector desencadenaran un bien
premeditado sabotaje. El Grupo de Ejércitos en ese frente se hallaba al mando del
mariscal Von Kluge, cuyo jefe de Estado Mayor era el general Henning von
Tresckow. Junto con éste operaban el teniente coronel Fabián von Schlabrendorff
y otros cómplices.
Muchos de sus actos no dejaron huella. Pero se sabe, por ejemplo, que el general
Tresckow valoraba mañosamente los informes de diversas unidades a fin de
ordenar "enderezamientos del frente". Estaba prohibida la retirada, pero se
permitían "enderezamientos" hasta de diez kilómetros de profundidad en algunos
sectores. De esto se valía Tresckow para ordenar frecuentes repliegues locales.
Von Schlabrendorff dice que las tropas lanzaban maldiciones Porque
frecuentemente tenían que abandonar trincheras, replegarse varios kilómetros y
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