INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 193
“¿Sabe que tonelaje es posible llevar al interior de la bolsa? (Desconcierto de
Göering). No todos los días pueden hacerse vuelos, y por tanto es necesario llevar
quinientas toneladas los días de vuelo.”
Göering se repuso, y dijo: “Eso puedo hacerlo.”6
Entonces el general Zeitzler estalló iracundo: “¡Eso es mentira!”
Ante aquella expresión de un inferior suyo, Göering se puso rojo y cerro los puños.
Hitler pasaba la mirada de uno a otro y tras unos segundos de extrema tensión,
dijo: “El mariscal me ha dado su informe y no me queda otro remedio que creerlo.
Por consiguiente, sigue en pie mi decisión del principio.” (1)
En Göering (y consecuentemente en Hitler) influía optimistamente el hecho de que
un año antes había sido posible abastecer por aire a cien mil soldados alemanes
encerrados en el cerco de Demiansk en pleno invierno. Pero en Stalingrado
influían otros factores adversos: no se trataba de cien mil hombres, sino de
280.000, y la superioridad numérica de los atacantes era mucho mayor que en el
caso de Demiansk. Además, se aproximaba un temporal que frustraría muchos
vuelos. En ese momento la Luftwaffe tenía 320 aviones de transporte, pero sólo
110 se hallaban en condiciones de volar inmediatamente.
Dentro del cerco, la situación del 6º ejército era muy comprometida. Había
unidades que sólo tenían el 12% de su dotación normal de granadas, de cañones
o de obuses. En el mejor de los casos llegaban al 60%. Había baterías antiaéreas
con sólo el 8% de su dotación normal de proyectiles. Las que se hallaban en mejor
situación tenían un 40%. Esto en el momento de quedar cercados. El 6º ejército se
componía de 9 divisiones de infantería, 7 de tanques y dos brigadas motorizadas,
con mil carros de combate y 750 piezas de artillería, más los servicios auxiliares.
193