INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 105
Canaris se acercó al mariscal Keitel (jefe del Alto Mando) invocando motivos
humanitarios para que dicha orden fuera bloqueada, y Keitel le repuso que se
trataba de la destrucción de una conjura mundial. “Por ello apruebo Yo estas
medidas y respondo de ellas". Todo lo contrario se había practicado durante la
lucha en Occidente, donde los ejércitos tenían tradiciones militares y no se
hallaban supeditados al sistema de comisarios marxistas.
Canaris no pudo resistir más. Recientemente había regresado de Grecia, donde
dio ayuda secreta a un movimiento de oposición. En esos días se sentía
contrariado por los triunfos alemanes. Después de una entrevista con un famoso
piloto alemán que acababa de recibir la Cruz de Caballero y las Hojas de Roble (al
parecer era el general Galland), Canaris exclamó en su círculo de confianza:
"¡Becerro con hojas de roble!"...
El Movimiento de infiltración seguía pensando como derrocar a Hitler. Canaris
decía que sólo era posible con la ayuda del ejército, cosa que no había podido
lograr. Los generales de la Infiltración tenían cargos importantes en la retaguardia
pero no mando de fuerzas, Los comandantes de ejércitos eran adictos a Hitler, lo
mismo que la oficialidad. En algunos de estos, la infiltración mental hacía a veces
ciertos progresos, pero no decisivos. Canaris visitaba a diversos comandantes
para darles "informes secretos" que implícitamente llevaban ideas desorientadoras
o derrotistas.
Sobre ese punto deliberaban el Dr. Goerdeler (coordinador); el general Ludwig
Beck (retirado); el general Oster (del Servicio de contraespionaje); el diplomático
Von Hassell (con un alto puesto en Berlín) y el Ministro Horace Greeley Hialmar
Schacht, que se fingía amigó entusiasta de Hitler y Göering, pero que era acérrimo
enemigo de ellos. Su lealtad estaba con sus hermanos de Logia David Sarnoff
(emigrado de Rusia a EE.UU), con el rabino Stephen Wise y con los magnates
extranjeros Mirza lsmael y Montagu Norman. (1)
Otro grupo menos importante de infiltrados operaba en el Ministerio de Aviación,
encabezado por el teniente Harro Schulze-Boysen; por Arvid Harnack, funcionario
del Ministerio de Economía; por el coronel de la Luftwaffe, Gehrts; por el escritor
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