INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 297

INFILTRACIÓN MUNDIAL prácticamente presos y en capilla. El almirante Krancke le reprochó duramente su conducta al general Stuelpnagel y éste guardó silencio. Al día siguiente Stuelpnagel fue llamado a Berlín. En el camino, en Verdun, se dio un tiro, pero no murió y quedó ciego. Poco después aceptó su culpa ante el consejo de guerra y fue ejecutado. El mariscal Von Kluge no se sentía muy tranquilo por sus anteriores contactos con los conspiradores" "En realidad -dijo- hubiésemos debido dar parte de lo que se planeaba desde entonces (un año antes, según él creía). Pero, ¿quién hace una cosa así?" Cuando poco después se le ordenó que entregara el mando al mariscal Model, y compareciera en Berlín, decidió envenenarse. En una especie de acto de contrición, le envió una carta a Hitler diciéndole: 'Mi Führer: yo siempre he admirado su grandeza y su actitud en esta lucha gigantesca y su férrea voluntad de afirmarse usted mismo y el nacionalsocialismo. Si los hechos son más fuertes que su voluntad y su genio, se debe esto o la fuerza del Destino. Ha luchado Usted con honor en una gran batalla. Este es el certificado que le extenderá la posteridad. ¡Viva mi Führer!. - Mariscal Von Kluge". Von Kluge se envenenó inmediatamente después de escribir esa carta. Todo indica que era sincero y que fue una debilidad de su parte haber contemporizado con los infiltrados, quienes por su lado lo despreciaban y jamás lo consideraron de su grupo. Sélo trataban de influir en él y de desmoralizarlo, aprovechando los nexos de amistad v compañerismo. Días antes Rommel (segundo de Von Kluge en el comando del frente occidental) había sido herido por un avión aliado. De las investigaciones y la documentación recogida a los detenidos se desprendía que él estaba de acuerdo para formar parte de un nuevo régimen. En realidad, Rommel no conocía la existencia del Movimiento de infiltración. Había caído en la trampa del Dr. Stroelin y del Dr. Goerdeler, según la cuál si se privaba a Hitler del mando se lograría que Roosevelt y Churchill cesaran la guerra contra Alemania y ayudaran a derrotar a la URSS. Alrededor de ese engaño Rommel había accedido a cooperar con el Dr. Goerdeler y su grupo. Una vez descubierto, Rommel recibió del Alto Mando le proposición de escoger entre ir ante un consejo de Guerra, donde podría exponer lo que tuviera que alegar, o suicidarse. Rommel optó por lo segundo, tomó veneno y fue enterrado con todos los honores de mariscal. Pagó con su vida el error de un momento de debilidad y quiso que su muerte ocultara el hecho de que, había participado de una conjura cuyas proporciones tan vastas realmente ignoraba. 297