INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 264

Salvador Borrego La detención de Edmond Hammel, de Olga y de Margareta Bolli perjudicó más a la Gestapo que al espionaje comunista. La Gestapo perdió así esos "puentes" que ya tenía localizados para llegar más adelante. Y de momento se salvaron los agentes marxistas Christian Schneider v Rachel Duebendorfer, vínculos radiotelegráficos entre Rudolf Roessler y Moscú. Roessler recibía los se cretos enviados desde Berlín por el Movimiento de Infiltración. Precisamente en esos días (octubre y noviembre de 1943) se trasmitía a Moscú el reacomodo de fuerzas recientemente ordenado por el Alto Mando Alemán: 177 divisiones para el frente en la URSS, 18 en los Balcanes, 22 en Italia, 11 en Noruega, 58 en Holanda, Bélgica y Francia. Alexander Foote era otro de los retransmisores de Roessler. Desde su nuevo refugio puso en clave y envió a Moscú informe que acababan de llegar de Berlín. Se referían a los nuevos aviones alemanes de chorro y al avión-cohete. Esto sucedía la noche del 18 al 19 de noviembre. Pero ya los agentes de la Gestapo lo tenían nuevamente localizado y se disponían a secuestrarlo, vivo o muerto, el 23 de noviembre. Sin embargo, el día 20 la policía secreta suiza (que acababa de advertir que Foote se hallaba en aprietos) acudió a su escondrijo y lo detuvo para llevarlo a la cárcel. Ahí estaría bien protegido contra la Gestapo. De un modo o de otro, habían caído varios tentáculos del pulpo secreto, pero la cabeza seguía indemne. La cabeza era el antiguo oficial "alemán" Rudolf Roessler, que seguía recibiendo secretos desde el Alto Mando Alemán. Sólo que ahora ya no puede retransmitirlos a Moscú, por la pérdida de la estación de Foote, y por la transitoria retirada de sus cómplices Schneider y Rachel Duebendorfer, que se sentían perseguidos por la Gestapo. Pero Roessler entrega esos secretos a los agentes de Roosevelt y Churchill. La primera entrega se refiere a las bombas voladoras V-1 y a los cohetes estratosféricos teledirigidos V-2. Estos últimos se lanzarán desde rampas muy simples que empiezan a construirse en la costa del Canal de la Mancha, y así Churchill ya sabrá a qué atenerse y ordenar a sus bombarderos que localicen toda nueva excavación y que la bombardeen casi a diario, para retrasar el fuego de los V-2. Eso es de importancia esencial, vital, para que puedan realizarse las concentraciones de tropas aliadas en el sur de Inglaterra, que abrirán otro frente contra Alemania en la costa francesa en 1944. 264