INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 248

Salvador Borrego propaganda. No deberíamos olvidar la bondad que entonces manifestaban unas personas para con otras, a pesar de sus propias dificultades. En las noches de bombardeo, la comunidad de penalidades seguía al ideal de una humanidad con el corazón en la mano… Napoleón decía que el valor del alma está en relación de 3 a 1 con el del cuerpo. El espíritu tiene inmenso poder 62 para cambiar las cosas"... La voluntad de resistir resultó más fuerte que los muros de las ciudades. No hubo paros de obreros, ni motines, ni fue necesario distraer tropas para mantener el orden en las ciudades devastadas. La población diezmada e intimidada por la noche, se erguía a la mañana siguiente y extraía nuevas reservas, del misterioso fondo de la voluntad, para continuar la lucha por la victoria. Una excepción de los ataques incendiarios de terror contra la población civil fue el bombardeo de las plantas secretas de Peenemunde, donde estaban siendo experimentadas las bombas voladoras, los cohetes teledirigidos V-2 y otras armas que podían cambiar repentinamente el curso de la guerra. La aviación inglesa fingió un gran ataque sobre Berlín con veinte bombarderos que arrojaron miles de luces de bengala para hacer creer que se trataba de una gran operación, y atrajeron a 205 cazas alemanes altamente especializados en vuelo nocturno. Entretanto, 597 bombarderos cuatrimotores atacaban Peenemunde (18 de agosto). Los grandes laboratorios se hallaban muy bien camuflados, en un área secreta, pero Otto John había logrado averiguar gran parte de lo que ahí se preparaba, así como una serie de planos con la ubicación exacta de las plantas ocultas. Todo eso lo hizo llegar a los ingleses. John era un invertido sexual y esta clase de individuos son siempre cultivados por el espionaje y las redes marxistas, pues mentalmente se hallan polarizados a la sociedad en que viven. Con frecuencia acceden a colaborar con los rojos y luego son retenidos mediante el chantaje. Cuando los cazas alemanes se percataron del engaño y cambiaron su rumbo, de Berlín a Peenemunde, ya los bombarderos estaban descargando sus bombas sobre los laboratorios. De las últimas oleadas fueron derribados 40 tetramotores y dañados 36 más. Peenemunde padeció serios daños que demoraron su producción, aunque lo esencial se salvo. El bombardeó de esta área secreta causó indirectamente el suicidio del general Jeschoneck, jefe del estado Mayor de la Luftwaffe. Junto con otros técnicos, Jeschoneck había recomendado la construcción de bombarderos de precisión, como el Stuka, para atacar objetivos militares, y de bombarderos de alcance medio sólo para atacar los frentes de combate. Jeschoneck se había opuesto a 62 Lluvia de fuego sobre Alemania.- Hans Rumpf 248