iedarevistadigital May, 2014 | Page 28

La Vida en el IEDA

por Javier Reina

Mi historia en el IEDA se remonta al curso 2011/12, donde a modo de prueba, retomé el primero de bachillerato que tuve que abandonar por motivos de la vida. ¿Cuál fue mi sorpresa? Encontrarme con unos profesores que mostraron hacia mí una dedicación y un interés que nunca lo habían dedicado en un presencial. Quizá lo que más me sorprendió de ese año fue, cuando pregunté la primera duda de la asignatura CMC al profesor que tenía entonces, Alberto Hoguín, el cual, en un mensaje instantáneo, se despidió con ¡Un Abrazo! Quizá esa palabra fue lo que me demostró la cercanía que existía en el IEDA.

Gracias a el apoyo de los profesores y su dedicación, conseguí sacarme todas las asignaturas que me quedaban de 1º y alguna de 2º. Otro aspecto que tengo que resaltar de ese año, es disfrutar con una asignatura que jamás había aprobado, la Historia del Mundo Contemporáneo. Recuerdo leerme el temario y estar enganchado a lo que pasaría en el siguiente tema, y por su puesto no puedo olvidar, como gracias a Patricia Pérez, sus ánimos y la fe que depositó en mí y que consiguió que yo mismo me creyera, aprendiese y aprobase esas temidas Matemáticas, ¡Gracias!

Con la buena experiencia que tuve el año anterior me matriculé en 2º de Bachillerato en el curso escolar 2012/2013, quería conseguir el titulo, que las circunstancias de la vida me hicieron abandonar. Ese curso escolar se convirtió en mi año, porque si en el primero los profesores se volcaron de forma importante, en éste aumentó esa dedicación. ¿Cómo es posible que asignaturas que siempre has aborrecido, llegue un profesor y te haga que tengas ganas de aprenderlas? Eso me pasó con Lengua y Literatura, gracias a Ignacio Vallejo. También me pasó con Historia de España, ¿Recordáis? Esa que siempre se me había dado tan mal… Pues la nota final que tuve de esa asignatura fue un 10, sí señores un 10. Ese 10 es gracias al interés que me despertó la asignatura y la ayuda que me prestó Luisra. Por últimos destacar la asignatura que más miedo me daba, esa que pensaba que nunca aprobaría, el temido inglés. Ocho años sin dar inglés y ahí estaba, dejándome muchas noches en vela. Entonces llegó mi “salvadora” Betania. Una profesora que dedicó muchas horas a ayudarme y me facilitó muchos recursos, para que yo lo aprobase, y la aprobé, con buena nota además.

Ese año terminé el bachillerato, ese reto de mi vida, que hizo que dejara a mi pareja, mi familia y un trabajo que me encantaba en mi ciudad, por otro en otra ciudad que me permitiese poder estudiar.

Una vez finalizado bachillerato, llegó la temida solicitud de plaza del FP a distancia. Un mes queriendo continuar en el IEDA y ver que ya no dependía de ti, sino de la nota que tuvieses en bachillerato y del número de solicitudes que solicitasen el mismo FP que tú.

Bueno, pues gracias a mi dedicación en bachillerato y la buena nota que saqué, el 31 de julio me notificaron que había sido admitido en el FP de Guía, información y asistencias turísticas que tanto deseaba hacer.

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