Identidades Número 1, Febrero 2014 | Page 71

El veneno de la raza: la ciudad escrituraria colonial y los negros africanos Historia Jorge Camacho Profesor Universidad de Carolina del Sur, Columbia Cubano. Residente en Estados Unidos “¿Quién no tiembla al contemplar el enjambre de africanos que nos cercan?” JOSÉ ANTONIO SACO Carta al Capitán General Miguel Tacón E l miedo al negro en Cuba fue, durante la mayor parte del siglo XIX, un desasosiego real entre los blancos por la posibilidad de que los miles de esclavos africanos en la isla se sublevaran y acabaran con ellos como había ocurrido en Haití. El alzamiento de esclavos más famoso en el siglo XIX cubano fue el de José Antonio Aponte en 1812, a quien incluso se le incautaron dibujos alegóricos inspirados en los líderes negros haitianos. En este ensayo quiero resaltar cómo junto con ese temor original vinieron otras fobias que incidieron de forma importante en el modo en que los letrados cubanos de la época se refirieron a la esclavitud, la raza africana y la cultura criolla en general. Estas otras fobias se expresan en las imágenes de abyección y rechazo que producían los africanos y se originan con el proceso de modernización de la industria azucarera, donde la mezcla racial y sus leyes reguladoras aparecen junto a conceptos básicos como la higiene y la salud pública. Me apoyo en la noción de “impureza” de Mary Douglas (Purity and Danger, ) para explicar la interacción entre los descendientes de europeos y africanos en Cuba.1 Según la antropóloga británica, la idea de impureza es equiparable con la de transgresión o violación de las categorías culturales, ya que todo aquello que no caiga dentro de ellas tiene la capacidad de amenazar la normatividad y, por tanto, dispara las alarmas del régimen. Siguiendo a Mary Douglas debemos preguntarn os cómo los negros fueron representados e interpelados por la literatura cubana, las ciencias y el poder en el momento constitutivo de la sociedad esclavista, cuando la elite criolla se enfrenta a elementos heterogéneos que amenazan con cambiar las esferas tradicionales de la cultura blanca y criolla cubana. Efectivamente, con el aumento de la población africana, los descendientes de los europeos vieron la influencia de los africanos como una mancha en el país que ellos querían limpiar a tal extremo que toda mezcla racial y/o cultural representaba para ellos el peligro de morir aguijoneados por ese “enjambre” que los rodeaba. Esta es la razón por la cual la sociedad letrada se empeñó en combatir y criticar las manifestaciones culturales ajenas y el reflejo de la influencia de los negros en la cultura criolla. Entre ellas podemos contar las variaciones del lenguaje producidas por los africanos; las prácticas de recreo público y la mezcla de 69