La imagen distorsionada del hombre y la mujer
rasta, reflejada por dos investigadores oficiales,
ponen en tela de juicio y tienden a sembrar la
duda sobre la presencia rastafari en Cuba. Ellos
pierden y desidentifican la verdadera identidad
del rastafari cubano, quien se equilibra con todo
respeto con sus hermanos del Caribe y de otras
latitudes. La constante determinación de estos investigadores es confundir a los rastafaris con lo
que han dado por llamar antisociales. Y se pone
de manifiesto en más de quinientas páginas que
suman sus respectivos libros.
El propósito firmemente intencional de estos proyectos editoriales es identificar a los Rasta con la
incultura y la marginalidad. Así se aprecia en las
entrevistas que reflejan, desde la perspectiva del
sugerido rasta, el modo con que se presenta al individuo fuera del contexto social en que le pertenece vivir y, además, los elementos utilizados no
confirman la realidad de un rasta real. El individuo entrevistado ha estado ignorante de la manipulac p