Rastafaris en Cuba.
La verdad escamoteada
astafaris en Cuba
Guillermo Ordóñez Lizama
Secretario ejecutivo del Observatorio Ciudadano contra la
Discriminación (OCD)
La Habana, Cuba
D
entro de la llamada revolución cubana,
los sectores asumidos como independientes, diferentes y no controlables han
sentido la permanente presión del poder para
mantener la hegemonía y la exclusión sobre los
que no convalidan, con sus esencias y comportamientos, el esquema de estructuración sociopolítico impuesto desde arriba. Las preferencias religiosas, políticas y culturales o la orientación sexual han sido, por ejemplo, motivaciones suficientes para ejercer la exclusión, la represión y la
estigmatización sobre los “diferentes”, como una
manifestación irrecusable del irrespeto a la diversidad que ha caracterizado a la Cuba del último
medio siglo.
Uno de los grupos sociales más golpeados por
esta espiral de estigma, represión y menosprecio
son los miembros del movimiento Rastafari. Las
calles de La Habana son permanente escenario de
esta escalada de represión y desconocimiento de
la dignidad humana y la libre opción cultural. Los
libros recientemente publicados se constituyen en
una especie de fundamentación intelectual del estigma y la satanización que por mucho tiempo han
sufrido los Rasta en Cuba
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