Vega: ¿Por qué eligen el Hip Hop?
Mirita: Por ser uno de los más desfavorecidos, y
esa es una de las prioridades del proyecto Misceláneo, promover el arte que tienen menos apoyo
institucional. En el caso del rap por el discurso directo y contestatario, pero también porque el propio rapero no ha aprendido a hacerlo más comercial. No todo tiene que ser rap de barricada, hay
que estar consciente de lo que se vende.
Fito: El rapero critica duramente la sociedad,
pero es en esa misma sociedad donde aspira a integrarse. La relación con la institución no es de
apadrinaje, sino de intercambio. Si la puerta está
cerrada, toca, empuja, rómpela, ¡entra! El Hip
Hop es una cultura importada que ha ido arraigando. Y la gente la acepta más fácilmente que a
la tradición, por el mismo fetichismo de la moda,
aunque a mí eso es lo que menos me interesa. Lo
defiendo porque influye en las mentes y aporta
soluciones. Pienso que eso todavía no se ha valorado en toda su profundidad: las posibilidades del
rap como impacto social.
Vega: ¿Han notado alguna flexibilización en la
política cultural? ¿Creen que hay posibilidades objetivas de negociar con las instituciones?
Fito: Yo prefiero pensar en “personas”, más que
en instituciones, personas que pueden propiciar
ese acercamiento necesario. Ahí está Rensoli, que
fue fundador del Festival de Rap, y la propia directora de la Casa de la Cultura sabe que el Hip
Hop no es una opción para Alamar, que es parte
de su identidad. Creo que ahora mismo hay una
posibilidad latente, y el concierto homenaje al
Fila en el anfiteatro demuestra lo que puede lograrse. Mi padre con frecuencia me dice: “El país
está loco por cambiar, porque no puede seguir
así”. Y las propias instituciones necesitan de los
artistas para sostenerse. No estamos hablando de
algo abstracto, es una cuestión logística.
Mirita: Ahora mismo se está viendo eso en la
Agencia Cubana de Rap. Los raperos que no generan ingresos tendrán que irse. La política es ser
rentable.
Vega: ¿Qué los decidió a lanzar una publicación independiente? ¿No es más arriesgado
una publicación impresa que un sitio digital?
Mirita: Pienso que el arte y la libertad siempre
van a encontrar un espacio. Me doy cuenta del
riesgo por la reacción en algunas instituciones
donde pedimos apoyo para presentar la revista.
Les decimos: “Mira, léela para que veas de qué
trata”, y nos han respondido: “¿Es independiente?
¡Ni me la enseñen!” ¿Te das cuenta? Pero yo decidí que eso no me detendría; pase lo que pase nosotros, vamos a seguir haciéndola.
Concierto de Hip Hop
Vega: ¿Cómo la distribuyen?
Mirita: Organizamos un concierto y ahí presentamos cada número. Regalamos las copias impresas y también CDs. La gente agradece, muchas
personas que trabajan en instituciones se han
ofrecido a colaborar. Claro que nos falta trabajar
mucho en el concepto, en las mismas entrevistas,
pero está cumpliendo una función, llenando un
vacío real. Ahora mismo es la única revista que
dice lo que está pasando en el Hip Hop cubano.
Vega: Pero a pesar de esa esperanza han decidido irse definitivamente del país… Fito, tú
que hablabas al principio del límite, parece
que de todos modos han chocado con uno; ¿no
creen que Cuba necesite personas como ustedes?
Fito: Yo tengo un criterio nada optimista, pero
que viene de la propia experiencia, y es que cualquier empresa que aspire a crecer y expandirse
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