Una manera de disminuir la brecha digital es implantar políticas de accesibilidad para que todas
las personas, independientemente de sus limitaciones físicas o de las derivadas de su entorno,
puedan usar de forma satisfactoria Internet y la
World Wide Web.
Muchos gobiernos han desarrollado planes encaminados a disminuir la brecha digital, en estrecha
colaboración con el sector privado, de manera que
se ha planteado la necesidad de estimular no sólo
el acceso, sino también el uso y la apropiación de
las nuevas tecnologías, porque efectivamente
pueden incidir en los propios procesos de desarrollo, combatiendo las demás brechas que subyacen.
El apoyo en el desarrollo y uso de Software Libre
es fundamental para ayudar a disminuir la brecha
digital. Las TICs al alcance de todos deberían proporcionar un espacio de encuentro, una nueva esfera pública, donde la sociedad civil pueda definirse y comprenderse en su diversidad y donde las
estructuras políticas estén sujetas al debate público y sean evaluadas por sus acciones, garantizando la participación de las categorías más excluidas a través de perspectivas de género, regionales y sociales.
Dibujo de Yasser
En el caso cubano, esta brecha tiene varias particularidades y especificidades.
Todos los sistemas políticos conviven con las desigualdades y algún nivel de retraso, pero este los
crea y genera y a la vez fundamenta su poder y
mecanismos de dominio en esas desigualdades y
desventajas.
El retraso tecnológico es consustancial al sistema,
porque éste maniata y atrofia las potencialidades
de desarrollo y desenvolvimiento de los individuos y la sociedad.
El excesivo control, el paternalismo, el monopolio estatal de la información, los servicios y demás espacios de desenvolvimiento social y económico redundan en enormes dificultades y carencias de acceso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías y sus beneficios culturales, económicos y sociales.
Como siempre sucede, el gobierno cubano se presenta como paladín de desarrollo personal y social. Sin embargo, lo único que hace es activar
mecanismos y diseños para afirmar y fortalecer
sus controles y hegemonías, consciente de que
una persona informada y comunicada en una persona mucho más libre.
Entonces todo el diseño de la instrucción informática masiva en el sistema de educación, el acceso social por medio de los llamados Joven
Clubs de Informática y Electrónica y la formación
de especialistas de alto nivel en nuevas tecnologías no pasan de ser nuevos fuegos de artificio
propagandístico, que en nada pueden combatir el
retraso y las desigualdades que arrastramos en
este campo.
Los amplios sectores desposeídos y socialmente
vulnerables en Cuba son víctimas desesperanzadas de la brecha digital, lo cual se une y entrelaza
con las enormes carencias y vicisitudes económicas que afrontan, en medio de una sociedad que
arrastra la peor tasa de conectividad, acceso y cobertura real de telefonía fija y celular del mundo
occidental y de muchos países en vías de desarrollo.
Estas valoraciones llevaron a nuestro hermano
Rafel Campoamor a crear la ONG EmpoderaCuba. Como especialista en informática y con experiencia de trabajo durante varios años en importantes empresas y corporaciones europeas, Campoamor recorrió tres continentes llevando el conocimiento de las nuevas tecnologías a las más
apartadas comunidades y se percató del enorme
valor que tienen para promover el desarrollo sociocultural y la inserción de los sectores marginados en el avance económico y en la modernidad.
Sensibilizado con la realidad de que el hegemonismo y la intolerancia de las autoridades de la
Isla condenaban a la sociedad cubana en general
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