Identidades Numero 3, Septiembre 2014 | Page 75

Una manera de disminuir la brecha digital es implantar políticas de accesibilidad para que todas las personas, independientemente de sus limitaciones físicas o de las derivadas de su entorno, puedan usar de forma satisfactoria Internet y la World Wide Web. Muchos gobiernos han desarrollado planes encaminados a disminuir la brecha digital, en estrecha colaboración con el sector privado, de manera que se ha planteado la necesidad de estimular no sólo el acceso, sino también el uso y la apropiación de las nuevas tecnologías, porque efectivamente pueden incidir en los propios procesos de desarrollo, combatiendo las demás brechas que subyacen. El apoyo en el desarrollo y uso de Software Libre es fundamental para ayudar a disminuir la brecha digital. Las TICs al alcance de todos deberían proporcionar un espacio de encuentro, una nueva esfera pública, donde la sociedad civil pueda definirse y comprenderse en su diversidad y donde las estructuras políticas estén sujetas al debate público y sean evaluadas por sus acciones, garantizando la participación de las categorías más excluidas a través de perspectivas de género, regionales y sociales. Dibujo de Yasser En el caso cubano, esta brecha tiene varias particularidades y especificidades. Todos los sistemas políticos conviven con las desigualdades y algún nivel de retraso, pero este los crea y genera y a la vez fundamenta su poder y mecanismos de dominio en esas desigualdades y desventajas. El retraso tecnológico es consustancial al sistema, porque éste maniata y atrofia las potencialidades de desarrollo y desenvolvimiento de los individuos y la sociedad. El excesivo control, el paternalismo, el monopolio estatal de la información, los servicios y demás espacios de desenvolvimiento social y económico redundan en enormes dificultades y carencias de acceso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías y sus beneficios culturales, económicos y sociales. Como siempre sucede, el gobierno cubano se presenta como paladín de desarrollo personal y social. Sin embargo, lo único que hace es activar mecanismos y diseños para afirmar y fortalecer sus controles y hegemonías, consciente de que una persona informada y comunicada en una persona mucho más libre. Entonces todo el diseño de la instrucción informática masiva en el sistema de educación, el acceso social por medio de los llamados Joven Clubs de Informática y Electrónica y la formación de especialistas de alto nivel en nuevas tecnologías no pasan de ser nuevos fuegos de artificio propagandístico, que en nada pueden combatir el retraso y las desigualdades que arrastramos en este campo. Los amplios sectores desposeídos y socialmente vulnerables en Cuba son víctimas desesperanzadas de la brecha digital, lo cual se une y entrelaza con las enormes carencias y vicisitudes económicas que afrontan, en medio de una sociedad que arrastra la peor tasa de conectividad, acceso y cobertura real de telefonía fija y celular del mundo occidental y de muchos países en vías de desarrollo. Estas valoraciones llevaron a nuestro hermano Rafel Campoamor a crear la ONG EmpoderaCuba. Como especialista en informática y con experiencia de trabajo durante varios años en importantes empresas y corporaciones europeas, Campoamor recorrió tres continentes llevando el conocimiento de las nuevas tecnologías a las más apartadas comunidades y se percató del enorme valor que tienen para promover el desarrollo sociocultural y la inserción de los sectores marginados en el avance económico y en la modernidad. Sensibilizado con la realidad de que el hegemonismo y la intolerancia de las autoridades de la Isla condenaban a la sociedad cubana en general 75