Identidades Numero 3, Septiembre 2014 | Page 74

Las Nuevas Tecnologías. Empoderamiento para la igualdad* La brecha digital Leonardo Calvo Cárdenas. Vicepresidente Partido Arco Progresista (Parp) Vice coordinador nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) Representante en Cuba de la Revista IDENTIDADES La Habana, Cuba 74 L a llamada breca digital es una manifestación más de las múltiples desigualdades, diferencias y desventajas que caracterizan el mundo moderno, en el cual un segmento de la población tiene acceso y posibilidad de disfrute de los más grandes adelantos y cuotas de bienestar, mientras otro segmento carece en mayor o menor medida de estas posibilidades. Ese abismo es mayor o menor según los niveles de desarrollo y, como es natural, se manifiesta en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que marcan el derrotero del avance social y cultural. La brecha digital está determinada sobre todo por el nivel de acceso a Internet y la capacidad real de alcanzar equipos modernos de computación, telefonía celular e inteligente, banda ancha y otras facilidades, lo cual redunda y define en la actualidad la capacidad de desarrollo personal social y cultural de los individuos y las colectividades. Según Internet WorldStats, de los 1966 millones de internautas conectados en 2010, casi el 63% vive en los países industrializados, donde reside el 15% de la población mundial. Mientras que Europa y Estados Unidos suman 501 millones de usuarios, en todo el continente africano la cifra desciende a 110 millones. Y estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad y campo, edades y estatus social, paralelamente a las "brechas" de siempre: el acceso a la sanidad y a la educación, la mortalidad infantil, el hambre, la pobreza. La Unión Internacional de Telecomunicaciones muestra que en 2006 el 58.6% de los habitantes de los países desarrollados tenía acceso a Internet, mientras que en los países en vías de desarrollo lo tenía apenas el 10.2%. Esa diferencia o desventaja también se marca al interior de los países, en consonancia con la transversalidad de las desigualdades. Esto quiere decir que, cualesquiera sean los patrones establecidos de injusticia social, van a marcar el índice de estas diferencias. Los campesinos, las mujeres pobres, los pueblos originarios, las minorías y comunidades afrodescendientes van a ser más golpeados por la brecha digital y, por consiguiente, mientras mayor importancia adquie ren estas nuevas tecnologías en el desarrollo personal, académico, cultural, laboral y social, más se profundiza la desventaja de estos sectores privados de acceso y más se dificulta su posible movilidad social ascendente. También influye la actitud personal con respecto a las nuevas tecnologías. Resulta necesario un cambio de mentalidad y una nueva referencia cultural para crear conciencia de la importancia, el valor y la trascendencia de estos conocimientos y herramientas para el desarrollo del individuo en todos los órdenes.