Identidades Numero 3, Septiembre 2014 | Page 73

por último, la brecha democrática. En Cuba tenemos una profunda brecha racial que tiene siglos de historia. Una inmensa mayoría de la población afrodescendiente no sabe nada de democracia ni puede mantener con orgullo su memoria, y somos también el país menos conectado del hemisferio occidental. Según la Organización Mundial del Comercio, las nuevas oportunidades tecnológicas (y del libre comercio a escala global) serán el motor de una tercera revolución industrial. Estamos muy conscientes de los grandes beneficios de las nuevas tecnologías para los países del Sur y también somos vigilantes, porque sabemos que los países del Norte son los principales propietarios y beneficiarios de la World Wide Web, así como de las industrias de hardware, software y producción de los contenidos, el 70% en inglés. La obligación de la actual y las futuras generaciones es empoderarse con las nuevas tecnologías para discutir el pasado y afrontar el futuro. La edemocracy puede ser una de las mejores respuestas, como uso de la informática, Internet y telecomunicaciones para mejorar la política y la participación ciudadana en los procesos democráticos de comunicación y decisión. Una vez que las nuevas generaciones se sientan empoderadas con las nuevas tecnologías, tendrán que luchar contra la brecha democrática que se abre en las sociedades conectadas y puede ser peor que la brecha digital o la tecnológica. La brecha democrática sobreviene cuando el pueblo tiene medios para comunicarse con sus dirigentes, como el correo electrónico, páginas web municipales, foros de discusión y otros medios, pero por desconocimiento de estas tecnologías o por dejación de su responsabilidad de oír al pueblo, los dirigentes no hacen el menor caso a sus administrados. Las nuevas tecnologías están dejando atrás el concepto de promesas electorales. La interacción constante con los ciudadanos permite llegar mucho más lejos en la democracia y en el buen gobierno. Entonces que nos damos cuenta que en Cuba no bastará con un Joven Club en cada pueblo o con salas Nautas, ni basta con tener una página Web o un correo electrónico. Hay que tener acceso, voluntad de utilizarlo y, lo que es más importante, saber utilizarlo bien. * Panel: Cultura y diversidad. Monopolio e intolerancia. 73