El debate constitucional
desde la ciudadanía
en Cuba
Manuel Cuesta Morúa
Historiador y politólogo
Portavoz del Partido Arco Progresista (Parp)
Coordinador Nacional de la Plataforma Nuevo País
Miembro del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR)
La Habana, Cuba
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E
l difícil debate comenzó. Desde donde es
más importante: desde la ciudadanía. Consenso Constitucional ha venido convocando a expertos, a activistas, pero básicamente a
ciudadanos, para pensar entre todos cómo verificar una hoja de ruta que, partiendo de la discusión
sobre las leyes, nos lleve prácticamente a unas reglas del juego consensuadas para estructurar
nuestra próxima convivencia sobre fundamentos
civilizados. Por primera vez en Cuba.
Esas reglas se llaman Estado Constitucional de
Derecho, como modelo y adjetivo para un Nuevo
País. En principio se trata y se trataba de resistir
la tentación de las elites directoras y de superar el
síndrome estético de las vanguardias. Esto último,
fatal para basificar modelos de nación y de país,
que han desvanecido a más de un proyecto nacional.
Y se va logrando, a través de las Mesas de Iniciativa Constitucional (MIC), la participación ciudadana en la definición constitucional del proceso
democrático, a través precisamente del juego democrático.
Un punto vital para dejar atrás la relación mediofin que daña el vínculo político entre Estado-ciudadano y entre ciudadanos mismos, y se afinca en
el cinismo la posible construcción política del Estado, tal y como ha venido ocurriendo en América
Latina, donde las llamadas democracias participativas han entronizado a nuevos caudillos electorales.
Lo que sigue es una especie de relatoría intelectual de estos debates ciudadanos a lo largo de
Cuba en cientos de MICs ―reunidas en dos jornadas diferentes en los meses de mayo y jun io―
y de las diversas visiones complementarias o contrastadas entre los participantes.
Como es conocido, estos debates se estructuraron
en torno a la Constitución de 1940, a la Constitución de 1976 y a la propuesta que se conoce globalmente como Nuevo Constitucionalismo, entendida como la corriente que ve en muchas de las
constituciones del siglo pasado serias limitaciones para expresar la cultura, las demandas, los derechos y el tipo de relaciones necesarias entre el
Estado, los ciudadanos y la sociedad.
Estas controversias, que solo hemos iniciado, corren en paralelo a la recogida de firmas y propuestas ciudadanas, como forma de participación, respaldo e implicación ciudadanos en el proyecto general de Asamblea Constituyente que impulsa
Nuevo País. Con él se van comprometiendo un
número cada vez más creciente de ciudadanos y
de organizaciones de la sociedad civil y comunidad política independientes cubanas.