Gustavo C. Echevarría 1998 Gustavo C. Echevarría 1998
La espléndida
Paralelo
acrílico sobre cartulina
acrílico sobre cartulina
violencia de las tensiones homoeróticas con particular densidad melodramática, que rememoran
algunas escenas del cine negro norteamericano.
En las aproximaciones críticas a su obra es frecuente el uso de ardides para evadir el término
"homosexual", con el pretexto de que su obra trasciende la sexualidad a favor de un discurso cultural. Ese escamoteo silencia la voz homoerótica
del arte cubano, neutraliza su alcance y legitimidad, sus efectos liberadores.
El miedo a llamar las cosas por su nombre reduce
la lectura del panorama plástico cubano a una plataforma conceptual e ideológica que no alcanza la
totalidad del pensamiento estético y su auténtica
riqueza. De espaldas a esta situación, Rocío concibe una obra sobre relaciones humanas y amor
transgenérico, perspicaz en la representación y
los recursos expresivos de la plástica con historias
breves que, en las variantes más libertinas y el
amor homosexual como argumento, logran desentumecer los axiomas de los comportamientos
sexuales. Libertad sexual, Eros sin ataduras, disfrute pleno de la vida y del cuerpo son algunas de
las verdades más recurrentes en su trabajo.
Precisamente en 1998 germina la serie pictórica
Mámenle en raya, de Gustavo César Echevarría
(Cutty), quien se ha hecho famoso no tanto por las
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Gustavo C. Echevarría 1998
La tímida Verde
acrílico sobre cartulina
verdaderas provocaciones de su pintura, como debía ser, sino por la incapacidad de la crítica para
entender su travestismo pictórico, que no es académico, pero tampoco naif; ni es pulcramente retiniano, pero tampoco exactamente bad; y que encuentra su gracia justo en ese montaje personalísimo de disímiles cruces, prosiguiendo dos líneas
temáticas internamente conectadas: la intimidad
de la mujer en el baño do
méstico, con sus ejercicios de aseo o deseo, que
la mirada mojigata sorprende como escatológicos, siendo lo más natural; y el flirteo de los gays,
la contención forzosa del deseo, con sus condicionamientos culturales, en baños públicos y otros
espacios de la lateralidad social, que como ciertas
instituciones sociales de la posmodernidad pueden ser llamados heterotopías de contenido imaginario.
Cutty se permite la perversidad adicional de convocar, en forma de pastiche genérico, toda una
tradición sinuosa en la historia de la pintura occidental, en el sentido de tomar a la mujer de espalda, en una relación muy especial con "el
paño", en la medida en que ella conoce o aprecia
el hecho de ser espiada, hasta que el cubrimiento
se torne entonces particularmente lúbrico. Evoca
adustas realizaciones que tienden a desafiar frontalmente al espectador en un reto perceptivo,