nicos, los resultados de este tipo de encuesta tienen validez interna (siguiendo
los protocolos necesarios para alcanzar
una conversación bien estructurada e
informada) y externa (porque los participantes representan estadísticamente al
país entero). Hay un precedente: el Center for Deliberative Democracy [Centro
por la Democracia Deliberativa] de
Fishkin apoya numerosas iniciativas de
Deliberative Polling® [Encuestas Deliberativas®], incluso “Tomorrow’s Europe” [La Europa de Mañana], que tomó muestras por toda la Unión Europea
y organizó un proceso de deliberación
de 3 días en la sede de la UE en Bélgica.
Aunque solo estoy especulando sobre
tal posibilidad, el mismo Cuesta Morúa
propone “la necesidad de una nueva
asamblea constitucional para ratificar el
entramado constitucional que va a gobernar al país”. Los resultados de cualquier Encuesta Deliberativa® sobre la
constitución cubana tendrían “poder
consultivo”, sobre todo si una supermayoría consigue un consenso traslapado
sobre una propuesta constitucional. Estos resultados tendrían utilidad para un
referendo nacional. Y, además, podríamos divisar lo que George Washington
vio en 1788, pero con la diferencia de
que esta vez estarían incluidas las mujeres y los afrodescendientes.
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