Identidades No 5, Abril, 2015 | Page 68

Democracia deliberativa Fernando Palacio Mogár Presidente del Partido Solidaridad Liberal Cubano La Habana, Cuba S on varios los proyectos y organizaciones que basan su trabajo en la interacción y contacto directo con la ciudadanía, entre ellos la Plataforma Femenina Nuevo País (PFNP), el Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR), el Centro de Estudio Liderazgo y Desarrollo (CELIDE) y el Proyecto Nuevo País (PNP). Estos proyectos y otros están llegando a la comunidades más apartadas de la Isla, a través de talleres, encuentros, cine-debates, encuestas y otros medios con metodología participativa; están empoderando a los ciudadanos, además de que visualizan, forman y adiestran a líderes comunitarios que más adelante se van a convertir en referentes y a la vez ayudarán a divisar los problemas de sus comunidades y trabajarán de conjunto para resolverlos o mitigarlos. Me viene a la mente la “DEMOCRACIA DELIBERATIVA”, que si es lo que pensé, solo cambié mi forma de visualizarla y entenderla después que el 1ro de marzo de 2015 participe en un taller en la Universidad Internacional de la Florida (FIU), al cual fui invitado por la Plataforma de Integración Cubana y el Programa por la Democracia Deliberativa de la Universidad Carnegie Mellon Después de escuchar las magistrales intervenciones del profesor Robert Cavalier, Manuel Cuesta Morúa, Juan Antonio Madrazo Luna y Rafael Campoamor sobre “Teoría, Práctica y la Aplicación de la Democracia Deliberativa”, no me quedó la menor duda que la democracia deliberativa es un proceso viable para lograr avanzar en el largo camino de la llegada de libertades, derechos y democracia a Cuba. En este proceso de discusión pública, los participantes están informados y conscientes de que lo principal es la búsqueda del bienestar colectivo, y no en dar prioridad al individuo. De este modo se ayuda a superar las barreras entre lo individual y lo colectivo, que por más de medio siglo ha sido una gran problemática. Cada día son más los ciudadanos completamente convencidos de que, para que rijan las ideas democráticas y de libertades, hay que contar con la participación protagónica de la sociedad civil y el ciudadano de a pie. La democracia deliberativa nos permite desarrollar espacios para la participación ciudadana activa en la toma de las decisiones, tanto de las comunidades como en el país, contribuyendo a poner en práctica una metodología que ayude a reconocer las diferencias y similitudes para lograr consenso al tomar decisiones. 68