versa)? Es posible que quieras hablar de boca para afuera, pero en tu corazón no
estás de acuerdo con ellos. Hay que evitar que surja esta situación en cuanto a
los elementos básicos de una constitución nacional.
Un régimen democrático seguro tiene que recibir el apoyo voluntario de al menos buena parte de sus ciudadanos políticamente activos. Una constitución debe
garantizar la imparcialidad de sus procedimientos; su preámbulo debe ser abarcador y general; su naturaleza procedimental no debe favorecer a ningún partido
político en particular. La constitución es por y para el pueblo, siempre y cuando
siga siendo posible para ese pueblo vivir según sus ideas. Deben merecer el apoyo del pueblo. Tal apoyo es decisivo para la estabilidad del régimen político.
No obstante, la cultura política democrática contiene ciertas ideas fundamentales
(por ejemplo, libertad e igualdad) que hacen posible la deliberación sobre una
concepción política de la justicia. Podremos estar en desacuerdo con las bases de
nuestras ideas fundamentales, pero podemos alcanzar un consenso traslapado
con respecto a las esencias constitucionales (por ejemplo, libertades de reunión,
prensa y expresión; derecho al voto…)
Nuestra cosmovisión surge de la capacidad humana para crear un concepto
del bien (lo que tiene valor para uno; lo
que tiene importancia para uno) y esto
es parte del pluralismo, que no es igual
que relativismo (es bueno ser de mente
abierta, pero no hay que perder la cabeza). Debemos recordar que los valores
básicos de la libertad y la igualdad
constituyen el alma de la constitución
democrática, pero las acciones legislativas y decisiones judiciales pueden interpretar estos valores de manera diferente. Ni hablar de nuestras concepciones individuales. Rawls explica que los
desacuerdos racionales surgen de:
Diferencias en la verificación de la prueba y su apreciación, y en el análisis de
casos difíciles
Diferencias en la experiencia vital y formación de valores, con influencia en la
interpretación de la prueba y de los casos
Conflictos básicos de valores y desacuerdos sobre la clasificación u ordenamiento de dichos valores
La gente puede ver los mismos números
en el debate sobre el seguro médico y
salir con distintas soluciones con respecto a la política de salud, porque considerarán la prueba de manera distinta:
algunos buscarán que el gobierno
desempeñe mayor papel y otros, una
conexión más estrecha con el mercado.
Contarán cosas diferentes sobre quiénes
somos y qué valoramos. No tienen nada
de malo estos desacuerdos derivados del
pluralismo. Como democracia, tenemos
que trabajar sobre estos problemas y, tal
vez, encontrar en qué podemos transigir
de forma inteligente.
En la transición desde las discusiones de
mesa redonda a nivel local a una con
versación nacional sobre la constitución
será importante cambiar el tipo de práctica deliberativa. El modelo aquí es Deliberative Poll® [Encuesta Deliberativa®], desarrollado por Jim Fishkin. La
Encuesta Deliberativa® usa la ciencia
de selección aleatoria para reclutar una
muestra representativa de una población
completa, de manera que los ciudadanos
puedan ser colocados en un intenso ambiente deliberativo por 2 o 3 días. Al
usar una muestra aleatoria (en cada una
de las provincias, por ejemplo) junto
con encuestas antes y después de la sesión, la Encuesta Deliberativa® imprime más fuerza estadística al resultado
de las deliberaciones. En términos téc-
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