Visualmente se puede representar de la siguiente manera:
Muestra
Participantes
Discusión en Preguntas a Continúa
poblacional leen informa- grupo
panel
de discusión
ción de refeexpertos
rencia
la Encuesta al
final
Según lo que entiendo yo de “Debate
constitucional y los ciudadanos,” por
Cuesta Morúa, los resultados de las discusiones iniciales revelan y dejan ver
mucho. Entre las mejores sugerencias
está la necesidad de ir más allá de los
patrones históricos e ideológicos de las
constituciones de 1940 y 1976.
Muchas veces vemos que la deliberación ciudadana informada y respetuosa
es más moderada y matizada que los
apasionados debates públicos que tan a
menudo conforman nuestro teatro político. La gente vio la necesidad de separación clásica de poderes, de una especie de federalismo y de tribunales independientes. Las leyes básicas no deben
favorecer a ninguna ideología en particular; sus procesos y procedimientos
deben reconocer el pluralismo político y
cultural. De hecho, creo que es sólo a
través de este proceso que una constitución puede conseguir un “consenso traslapado”.
Las MICs que se organizaron el año
pasado en Cuba fueron reuniones informales de grupos, parecidas a los
círculos deliberativos de EveryDay Democracy, y en suma pueden representar
una conversación seria y nacional entre
las bases locales sobre la nueva constitución cubana. Mientras más se aproximen estas sesiones informales a los protocolos de arriba, tendrán más carácter
de foros deliberativos que alcanzan cierta medida de fuerza estadística.
Aun las más robustas muestras por conveniencia no alcanzan la representatividad de una amplia muestra aleatoria.
Sin embargo, en aras de encontrar algún
sentido sobre qué piensa y siente la gente con respecto a un tema, después de
haberse informado y tratarlo entre sí y
con expertos, las MCIs son de gran utilidad, porque empiezan a identificar los
asuntos que pudieran ser parte de una
deliberación mucho más grande y formal a nivel nacional.
En mi libro Democracy for Beginne