Palabra dada, palabra tomada:
la voz del negro en la novela antiesclavista cubana y su reflejo en
el discurso racial oficialista de la
Cuba de hoy1
Kenya C. Dworkin y Méndez
Profesora, Carnegie Mellon University
Pittsburgh, Pennsilvania
Cubana. Residente en EE.UU.
¿P
or qué comparar la novela decimonónica cubana con el discurso oficialista en Cuba hoy
sobre el racismo? Y entre esas novelas
no incluyo a Sab, de Gómez de Avellaneda, por tratarse de una propuesta de
novela y una autora únicas (que sólo se
pueden examinar en un trabajo más extenso). En ambos casos, los ‘autores’ se
han pronunciado en forma editorializante en contra del racismo anti-negro, o
sea, la esclavitud (en el caso decimonónico) y la discriminación (en el caso
actual). Y es importante notar que no
los hemos tildado de ser ‘pro-abolición’,
‘pro-igualdad’ o ‘pro-acción afirmativa’, que son diferentes). Hacemos una
comparación entre la ‘intención’ mediatizada de los que controlaban las palabras de sus personajes negros y luego
impresas en publicaciones tildadas de
‘abolicionistas’, y las del gobierno cubano actual y el control que ejerce sobre
los que se pronuncian sobre el tema
racial o en nombre suyo, o independiente y públicamente. En los dos casos, lo
que se revela es la falta de voluntad
política y moral de los ‘autores’, del
deseo o la necesidad de proteger su propia posición socioeconómica.
Castigo de esclavos (bozal)2
La novelística ‘abolicionista’ y el discurso controlado
Dado su contenido y mensaje, de que
estas novelas fueran sobre la esclavitud
en Cuba, o hasta antiesclavistas, no cabe
duda. Sin embargo, el nivel de compromiso de los que supuestamente abogaban por la causa—la abolición—y las
armas con que luchaban estos ‘campeones’—las palabras—fueron realmente
engañosas y frágiles. Bastará con ver un
par de ejemplos para ilustrar esto, uno
de un escritor tal vez menos conocido, y
otro definitivamente sí.
El Capítulo IX “El Buen Amo”, del
libro por Francisco Calcagno Monzón,
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