Identidades No 5, Abril, 2015 | Page 36

autoestima cívica del pueblo cubano. Urge en Cuba ese empoderamiento cívico que convierta al ciudadano en verdadero soberano, con referencias modernas de su lugar en la sociedad y su relación con el poder, capaz de conocer, ejercer y luchar por sus derechos y dispuestos a asumir la responsabilidad que implica el ejercicio de la libertad. Si no se opera ese necesario cambio de mentalidad, esa redefinición cultural, podría incluso ocurrir, como otras veces en nuestra historia, un cambio de gobierno, de poder o de discurso, pero sin desplazar a esa casta de supremacistas excluyentes que hace más de un siglo marcan muy negativamente nuestras relaciones socio-políticas y colocan a los afrodescendientes, las mujeres, los campesinos y los homosexuales en condición de permanente inferioridad Es urgente ese empoderamiento económico para brindar espacios y crear las condiciones y fundamentos jurídicoestructurales a fin de que los cubanos puedan revelar sus enormes potencialidades creativas y productivas. Los cubanos, sin distinciones ni privilegios, deben convertirse en sujetos económicos, autosuficientes y jurídicamente respaldados, para que los ideales de igualdad y redistribución justa de la riqueza estén fundamentados en esa libertad económica y una sólida clase media, lejos de los tan dañinos estatismos mesiánicos. Cuba necesita impulsar el más intenso empoderamiento tecnológico para enfrentar el tremendo retraso que padecemos. La enorme brecha digital que sufren los más amplios sectores de la población constituye un monumental obstáculo en el propósito de modernizar la sociedad cubana. Hemos asumido el enorme reto de conectar con las comunidades y los ciudadanos para activar mecanismos y metodologías que conviertan al cubano, hasta ahora víctima inerte, en protagonista de su propio destino y de las transformaciones esenciales que deben convertir a Cuba en un verdadero Estado de derecho. La verdad de Cuba debe abrirse al mundo, los demócratas de nuestro continente deben comprometerse con la causa de la transformación y, con su solidaridad consecuente, respaldar el esfuerzo de los que en Cuba enfrentamos obstáculos y represión para convertir en historia pasada la triste experiencia de la última dictadura de América. 36