IDENTIDADES 1 ESPAÑOL IDENTIDADES 9 ESPAÑOL | Page 43

quizás las más curiosas fue la muestra colectiva en la Sala de la Diversidad (Fototeca de Cuba, Habana Vieja) que se tituló Mensajero de Ochún sobre la base de la imagen de Fidel, tomada por José Agraz, con la paloma sobre su hombro, que el pueblo interpretó como bendición. La iconografía histórica posicionó a Fidel como líder indiscutible y máximo soberano de la revolución, tocado por la gracia divina, pero sabemos que la personalidad se fabrica y las influencias también. Hay una foto que muestra a un Fidel de rostro afable, posando al lado de una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. Nada más demostrativo de su doble moral. Tras el triunfo revolucionario, la religión y los religiosos acabaron siendo objeto de ultrajes en los barrios, las escuelas y los centros laborales. Muchos fueron recluidos en los campamentos UMAP para realizar trabajo forzados en la agricultura. ¿Tiempos de cambio? Así y todo, el imaginario popular viene ampliándose a otras celebridades por obra y gracia de la televisión, por ejemplo: las estrellas del fútbol internacional que aparecen en los partidos de las ligas europeas transmitidos por el canal TeleRebelde. Así vemos cómo Leonel Messi y Cristiano Ronaldo provienen de estratos humildes, pero —como en el cuento de La Cenicienta— se han vuelto ricos y gastan a todo tren. Sin perjuicio de su esfuerzo personal y el talento, ambos son máquinas de hacer dinero en negocio que aporta seguros dividendos a los inversores. Los cubanitos persiguen el sueño de ser como ellos en un país donde las probabilidades son nulas. No hay canteras de talento locales ni disposición a formar equipos que puedan competir en ligas internacionales. Sencillamente no hay dinero para este deporte ni mucho menos patrocinadores que apuesten por el balompié. Al fijar como ídolos a estos deportistas, el carisma juega un papel esencial y las actitudes derivadas rigen el comportamiento de los jóvenes, que intercambian videos, aprenden tácticas y estrategias, ponen fotos en celulares y descargan información en WiFi para abundar en detalles de las vidas privadas de las estrellas del balompié. Sus parejas son el estándar de las féminas perfectas. Enseguida se nota quiénes disfrutan de alto estatus entre esos jóvenes. Son aquellos que visten uniformes de tal o cual liga extranjera y calzado deportivo de marca, igualito que sus ídolos. Los jovencitos de familias pobres deben conformarse con sufrir y jugar con lo que tengan. Así crecen los malestares por constatación de diferencias que propician el síndrome del Príncipe y el Mendigo. Mientras se honra al viejo patriarca, la apropiación de mitos y valores foráneos es la clave del gusto en la juventud que, supuestamente, será el nuevo puntal sociopolítico y socioeconómico del régimen patriarcal en su continuidad histórica. Las consecuencias serán trágicas si no se rescata el ideario y la cultura desde las raíces de la cubanidad. 42