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mono. Se pidió dar baja el libro y cancelar la representación musical de la obra. Esta iniciativa de dos congresistas afrocostarricenses dio pie a amenazas racistas, pero al menos el caso sirvió para visibilizar un poco más la preocupación por el racismo estructural en Costa Rica, que reina también en toda la región. Avance relativo, limitado o nulo Perú presenta un grado no muy avanzado de cumplimiento de las múltiples demandas de los afroperuanos. El último censo (2007) no incluyó la variable de afrodescendencia y así es difícil conocer la situación socioeconómica del grupo, aunque la última Encuesta de Hogares (2004) calculó que este colectivo está integrado por unas 900 mil personas (representan 2%-3% de los 31 millones de habitantes). La noticia más auspiciosa del 2015 fue un estudio del Ministerio de Cultura que sirvió para alumbrar mayores datos y constatar que, pese a ciertas mejoras desde el 2004, los afroperuanos continúan postergados en varios indicadores. El estudio se publicó en julio e indica que la discriminación racial persiste y que el 37% de los afroperuanos percibe remuneración por debajo de la línea de pobreza. En junio el precitado ministerio premió con el título Personalidad Meritoria de la Cultura a tres líderes afroperuanos. A fines de octubre se aprobó la Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural, que es una iniciativa pensada especialmente para las comunidades originarias y afroperuanas. A fines de noviembre se dio la primera sentencia favorable a una afroperuana víctima de discriminación racial en un caso que data de 2012. México es la nación de lengua hispana más poblada de la región (unos 120 millones) y reniega de su raíz africana. Siempre se ha pensado como país mestizo, al punto que hasta no hace mucho tiempo adeudaba un gran tema pendiente: censar a los afromexicanos. Estos últimos, si bien para el imaginario son invisibles, no obstante su presencia es destacada en Oaxaca y Guerrero, donde cuentan hasta con reconocimiento jurídico. Según estimaciones del incipiente movimiento afro, habría unos 5 millones de afrodescendientes en tierra mexicana. Finalmente, la Encuesta Intercensal 2015, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cumplió un objetivo primordial del activismo afromexicano, al censar a 1.4 millones de afromexicanos a comienzos de diciembre, como fuera anunciado meses antes. Ahora resta conocer estadísticas socioeconómicas de ellos. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que celebró dicho censo, en febrero había difundido la primera campaña dedicada a afromexicanos. “Soy afro, me reconozco y cuento”, con el fin de reconocer a las poblaciones afrodescendientes del país y promover sus derechos. Durante todo el año se habló de la necesidad de censarlos y de una reforma desde el Senado para reconocer la existencia de este grupo, tarea cumplida hace pocas semanas. De algún modo Argentina recuerda la situación mexicana por la invisibilidad del afroargentino. En octubre de 2010 los afrodescendientes fueron censados por primera vez, poco más de un lustro antes que en México. Los afroargentinos autoreconocidos saben ya cuántos son: 149.053, aunque las estimaciones de activistas rondan los 2 millones. No hubo grandes noticias este año sobre avances en materia legislativa. El 8 de noviembre, en ocasión del Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro, que se celebra desde 2013, se propuso elevar a la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, a propuesta 60