IDENTIDADES 1 ESPAÑOL IDENTIDADES 6 ESPAÑol | Page 7

edificios como sacados de postales. Y así nos adentra en un caso representativo después que, a petición de un turista, pasaron la bahía y llegaron al pueblo de Regla.
La cruda realidad se abrió en toda su extensión al visitar uno de los tantos albergues donde se reúnen, en medio de inimaginable hacinamiento, múltiples familias, mayoritariamente negras y mestizas, que no han logrado o han perdido su vivienda: insalubridad, desalojos y ambientes propensos a las enfermedades, así como las más acuciantes carencias, son realidades que“ no pueden esperar por que las libertades de prensa, expresión y asociación lleguen a Cuba(…) para que estas personas salgan de las precarias condiciones en que viven”. Natividad Soto nos lleva, en“ Sin seguro de vida”, a las vicisitudes cotidianas del ciudadano común, que a cada minuto contradicen la rimbombante propaganda“ revolucionaria” y reflejan la imposición de una doble moral por la necesidad de eludir las consecuencias que podrían derivarse de una abierta oposición y reclamo de derechos. Unas breves pero sentidas“ Reflexiones de una maestra cubana” son dadas por una mujer que, tras 55 años de ejercicio del magisterio con“ vocación y profesión”, aborda otra de las tantas aristas que ponen de manifiesto el fracaso de los programas sociales y la crisis que afronta el sistema educacional en Cuba, cuyas consecuencias no solo afectan la formación de las nuevas generaciones de cubanos, sino también a los educadores. En tales condiciones los cubanos inventan y pasan por las más increíbles peripecias para sobrevivir. En“ Nuevos Cimarrones”, Armando Soler cubre una problemática extendida por todos los rincones del país: cómo encontrar un espacio de sobrevivencia en un ambiente que ahoga e impone a cada cual arreglárselas a su manera para garantizar su vida y la de sus familias. Las crecientes necesidades, la escasez y el trabajo mal remunerado, han llevado a vías independientes que sortean el rígido control oficial. Solo el ingenio, la capacidad profesional y la audacia permiten subsistir a muchos como prófugos económicos de un sistema que, aunque no satisface, se opone a toda iniciativa creadora. Las nuevas alternativas alcanzan ya a la pobre infraestructura de las nuevas tecnologías. Los breves testimonios de Rudicel Batista y Leonardo Hernández en“ Vista de Manzanillo” y“ XII Bienal de La Habana”, respectivamente, son también esclarecedoras por contraste. Si bien se muestran al mundo y a los turistas muchos lugares que se han restaurado o“ maquillado”, sobre todo en la capital, su miserable contrapartida puede observarse también. Batista nos adentra en el galopante deterioro de la histórica ciudad de Manzanillo y Hernández, la inusual celebración de la Bienal en La Habana, para hacernos reflexionar y comparar el suntuoso ambiente que se creó en un área bien delimitada con el resto decadente de la urbe: las peores condiciones habitacionales, los derrumbes y sus víctimas, la falta de viviendas y el hacinamiento que son el pan nuestro de cada día. Las imágenes no mienten. El contraste de la pista de hielo y la simulada playa en el Malecón con el deterioro enfrente de una de las áreas históricamente emblemáticas de la capital, reafirma que no se puede ocultar lo evidente. El artículo“ Cuba: razones de no identidad”, de Verónica Vega, incursiona justamente en este panorama y sus consecuencias para los sentimientos de identidad nacional. Señala lo difícil que está resultando, sobre todo para los jóvenes,“ transmitir un orgullo que no tiene nada que ver con el patriotismo impuesto contra el que generaciones de cubanos han reaccionado y reaccionan con rabia, desacralizacción o apatía”. Se trata del contexto que abruma a los ciudadanos por el exceso de medidas arbitrarias y desprecio a sus derechos para terminar asfixiando el sentido de pertenencia a la nación. Sin embargo, es alentador que eso que aflora a primera vista todavía no ha llegado a conmover definitivamente ni en lo más hondo el orgullo de ser cubano. Entre sus representantes se cuentan los gestores del arte alternativo, que ponen todo su talento por reavivar eso que David D’ Omni llama
7