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logrando que los ciudadanos participen de un
debate sobre las leyes, sobre la constitución,
para que vayan incorporando la cultura cívica
y una de las tantas virtudes, quizás la
fundamental que nosotros debemos potenciar:
la tolerancia en la diversidad de la
ciudadanía”.
Esta es una nueva fase que se pone en práctica
en el contexto de la Mesa de Unidad de
Acción Democrática (MUAD), puesto que
luego de restablecer Cuba y los Estados
Unidos sus relaciones diplomáticas, el debate
por la democratización de Cuba adquiere
nueva calidad y dimensión.
Justamente a este restablecimiento se refiere
el trabajo de Marifeli Pérez-Stable: “Mi
regreso a Cuba…”. Ella asistió a la
ceremonia de izar la bandera en la embajada
de Estados Unidos en La Habana y aborda la
significación del acercamiento diplomático
entre ambos gobiernos, así como la necesidad
de que se revierta positivamente en la
población y en cambios democráticos reales.
Muy significativo para el grupo que viajó a
San Juan fue el panel Racismo y Raciocinio:
Movimiento, Medios, Debate y Legalidad,
que enfocó el tema racial en Cuba y Puerto
Rico desde diversas perspectivas y con el fin
tanto de inventariar los retos que enfrentan los
movimientos y discursos antirracistas en el
Caribe como de analizar las maneras en que el
activismo social y político en torno a la raza
podría potenciar la justicia social.
La ponencia “El antirracismo en el ocaso de
la revolución cubana”, de José Hugo
Fernández, se adentra en los avatares del
movimiento antirracista independiente y la
labor de desunión que se ejerce desde el poder
en el enfoque de causas y posibles soluciones.
Se han creado hasta nuevos conceptos para
marcar
diferencias
y
mantener
la
fragmentación, boicotear el debate y fomentar
el desacuerdo. Uno de ellos es “luchador
antirracista de izquierda”, otro eufemismo con
que algunos se autocalifican, en cuanto el
apellido
revolucionario
sirve
de
salvoconducto ante el poder político en
detrimento de “otros” antirracistas, quienes
tienen que desarrollar su activismo en
circunstancias difíciles, bajo el acoso
permanente de las fuerzas represivas del
Estado.
Y de esto no está ajena la labor internacional,
en algunos casos con mucho éxito. Al
respecto del grupo de cubanos y
puertorriqueños en el reciente congreso de
LASA, el propio José Hugo escribió “LASA
y el régimen cubano: una invasión
indeseable”, con certera indicación del
“tratamiento de minoría solitaria y la falta de
deferencia” entre las tantas irregularidades y
dificultades que debieron enfrentar aquellos
como panelistas en LASA y que hacen dudar
que fueran resultado del azar.
Armando Chaguaceda y Marlene Azor
abordan “El debate racial y las izquierdas.
Consensos y disonancias” para dar una
interesante clasificación, que no deja de ser
riesgosa, por las contradicciones que a
menudo se observan en los grupos que
definen, sobre todo en dependencia de los
escenarios en que se emiten las valoraciones.
Los autores identifican distintas posturas
adscritas a referentes de izquierda en torno a
la problemática racial en Cuba. Destacan
cómo “el eje que evidencia las disonancias
tiene que ver con la posibilidad de
organización
autónoma
de
los
afrodescendientes y las demandas públicas
para enfrentar el problema”. La demonización
de las posturas contrarias a la revolución y el
socialismo recae sobre los luchadores
antirracistas que se salen de los marcos
impuestos por el gobierno en su afán por
continuar
monopolizando
cualquier
tratamiento del tema. Así nos hablan de la
izquierda orgánica, la izquierda alternativa y
la izquierda opositora, con énfasis ilustrativo
en los contrastes entre ambos extremos.
Varios trabajos ofrecen a nuestros lectores
ejemplos concretos de los grandes problemas
que afectan a la población cubana. “En
espera de vivienda”, Yusimí Rodríguez,
refiere las dificultades para argumentar,
explicar y mostrar —particularmente a las
personas que visitan Cuba— la realidad que
se trata de esconder y tergiversar por cuanto
medio sea posible, especialmente si se camina
con dichas personas por las zonas turísticas de
La Habana Vieja, rodeada de hoteles y
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