pero en una revolución legal esto no se aplica. Hay que definir la transición. En la tradición constitucional de Checoslovaquia desde 1918 se decía: todas las leyes del Imperio austrohúngaro seguían en vigor con excepción de aquellas que no fueran compatible con la nueva república. La constitución de Checoslovaquia tardó dos años en ser aceptada. Yendo a 1989 verán lo que lo que pasó, dijo Palous. ¿ Tuvimos una revolución legal? Y si es así, ¿ cuándo? Ciertamente no fue cuando tuvimos la Revolución de terciopelo en noviembre de 1989. En los primeros dos días se emprendieron dos acciones muy importantes: se quitaron dos artículos de la constitución que tenían que ver con el rol de liderazgo del partido comunista y permaneció el resto del orden legal. Tuvimos elecciones libres. Lo más importante y la razón por la Palous dice esto es que solo para enero de 1991 el nuevo parlamento acató la carta de derechos. Dos años después de la revolución de terciopelo. Y esa fue la esa fue la revolución legal, según la interpretación actual. Ahí sobrevino la discontinuidad de las leyes y a partir de ahí se presentó una segunda oportunidad muy importante para la deliberación constitucional. Se organizó un proceso deliberativo para que la gente misma pudiera señalar detalles de las prácticas administrativas y de todos los tipos en los aspectos políticos y sociales del país, para que se pudieran presentar preguntas en público y eventualmente salieran acciones deliberativas. Palous termina recalcando que el proceso deliberativo tiene un papel muy importante antes de la revolución y en la era pos revolucionaria. Valeriano Ramos, director de Alianzas Estratégicas y Oficial de Equidad en EveryDay Democracy, presentó una ponencia excelente vía Skype. Versó sobre el proceso de su organización, que por muchos años lleva adelante el esfuerzo de envolver a las comunidades en el proceso de deliberación democrática y de acción para el cambio, identificado como Diálogo para el Cambio, porque da importancia a que haya un resultado luego de llevarse a cabo el diálogo.
Valeriano Ramos
Dentro del proceso mismo ponen énfasis desde el principio en establecer relaciones entre quienes participarán. Para EveryDay Democracy no se trata de juntar un grupo de personas que no se han conocido antes ni tienen experiencia los unos con los otros, para que después de tres o cuatro horas de conversación se vayan poniendo fin al proceso. Ellos buscan un proceso integral y organizativo, que integre diferentes participantes con diversos puntos de vista a través de proceso equitativo que asegura que las personas que normalmente no forman parte de este tipo de diálogos, de conversaciones a nivel comunitario, se sientan parte de algo importante y puedan exponer su opinión para así tomar decisiones colectivas con impacto positivo para todo el mundo, que beneficien a la comunidad en general y no solo algunas personas o a minorías. Algo fundamental: EveryDay Democracy enfatiza la importancia de que todas las personas impactadas por el tema de conversación participen en el
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